2 de agosto de 2010

GEORGIA II: EL DÍA DE LA MARMOTA


CAMPO I DEL TETNULDI, 21 DE JULIO DE 2010
Nos está cayendo la gran granizada. A ratos llueve, a ratos graniza. Pero nos ha dado tiempo, milagrosamente, de montar el campo de altura.
Hemos estado remoloneando en el CB hasta que por fin hemos decidido recoger las cosas, y tirar para arriba. Hemos subido muy cargados, como mulas, ya con tiendas y todo lo necesario para no hacer un segundo porteo. Nada más llegar hemos buscado unos huecos decentes para las 4 tiendas. Había que acondicionar los sitios porque había mucha piedra. Enrique y yo hemos montado nuestra tienda muy cerca del collado. Al lado tenemos a César y Antonio. Un poco más arriba, en lo que llamamos “Villa arriba” están, por un lado los biólogos, Fran y David, y por otro los Jorges. Está cayendo la del pulpo ahora mismo, pero aquí dentro, entre las plumas del saco se está tan bien…
Yo tenía tanto mono de viaje, de monte, de salir, de descansar de la vida cotidiana frenética, que todo me parece bien; y hagamos cumbre o no, conocer a estas siete personas y este país perdido, ni siquiera olvidado, sino más bien desconocido, hace que valga la pena cada momento. También me gustan estos ratos de tienda, en los que no puedes hacer más que, tumbarte, leer o escribir, según lo que tengas a mano, escuchar música, pesar…
Hoy ya no haremos mucho más. Mañana, si sale decente, o bien aclimataremos y bajaremos a dormir aquí, o no nos moveremos de la tienda si hace muy malo. No creo que intentemos cumbre. El viernes en teoría mejora, y ése sería el día de intento a cima.
21:00. otra vez en la tienda, ya para dormir, aunque la tarde ha sido entretenida. Hemos hecho un comida-merienda-cena tras la tormenta, porque al fin ha parado de llover a meda tarde. En cuanto ha prado, hemos salido todos a hacer pis, y viendo que mejoraba nos hemos quedado fuera. Hemos recogido la comida que se había quedado en un depósito más abajo, y Enrique ha ido a por agua. Se tarda un buen rato en coger agua y volver a subir. César ha tomado posición en la cocinilla de gasolina, y yo viéndome inútil allí, he yodo a Villa Arriba a recolocar el suelo de la tienda de Jordi, que como montaron tan deprisa no lo habían podido acondicionar. Se les ha roto la tienda con una piedra, una raja curiosa, encima en el sobretecho…menos mal que tenemos cinta americana cerca.
De momento somos optimistas, y mañana nos levantaremos temprano, con intención de calzarnos las bototas y tirar hacia el glaciar.

CAMPO I DEL TETNULDI, 22 DE JULIO DE 2010
Bueno, pues ha estado toda la noche lloviendo aquí, nevando arriba.
Ha parado un momentín esta mañana. Enrique y yo nos hemos levantado a hacer pis fundamentalmente, y ya que somos los que tenemos la cocina más cerca, nos hemos puesto a preparar el desayuno. Hemos preparado agua en termos, Meritenes y muësli, para subir a Villa Arriba. Se ha puesto a llover otra vez. Se ha ido animando, poco a poco. Para ciando hemos vuelto a la tienda estábamos empapados. Ahora llueve un montón. Lo malo es que el cielo está muy cerrado, y no hay nada de viento, quizás no deje de llover en todo el día. Aquí estaremos metiditos en la tienda, leyendo, escribiendo, escuchando música…
Creo que la cima se aleja de nosotros por momentos. Todo lo que aquí llueve, arriba lo nieva. Esta mañana ha caído un alud, muy lejos de nosotros. Se ven unos glaciares tremendos. Me siento insignificante entre estas montañas gigantescas. Están a otra escala. Si miro a los Pirineos con mucho cariño, y respeto, a los Alpes con mucha admiración y mucho respeto; al Cáucaso sólo se le puede mirar con respeto mayúsculo y un poco de miedo, y ni siquiera a los ojos.
NOCHE: Nos vamos a dormir con la idea de hacer cumbre mañana. Ya veremos. Jorge nos manda partes del tiempo con cada cambio, pero el tiempo es muy variable, y no hay forma de predecir, me parece. Aunque mejore el tiempo en el valle, el pico está todo el día cubierto. Ojalá tengamos suerte mañana, y lo consigamos. Tenemos bastantes esperanzas, pero a ver cómo le da por saludar al cielo a las 3 de la mañana. Tengo ganas ya de despertar y ver el cielo despejado, o tan malo que no nos provoque dudas…

CAMPO I DEL TETNULDI, 23 DE JULIO DE 2010
Viernes, y sigue lloviendo…Han sonado los despertadores a las 3, y estaba medio nublado. Hemos decidido esperar 1 hora a ver cómo evolucionaba, pero no ha hecho falta, al momento estaba lloviendo, para variar.
Hemos dormido hasta las 7, a ratos, soñando muchísimas cosas. En cuanto ha dejado de llover hemos acudido todos a la cocina. En cuanto no llueve salimos de las tiendas inmediatamente, después de pasar casi todo el día en ellas. Hemos quedado en volver a salir a la hora de comer (si no llueve, claro) y hacer otra reunión familiar y parece que esta tarde, si a las 5 ó 6 no mejora, no iremos para abajo, no sé si esta misma tarde, o mañana por la mañana.
Oigo a los hermanos Arias (César y Antonio) en la tienda de al lado, charlar tranquilamente.
16:34 Vuelve a llover, pero hemos conseguido abrir un poco de huella. Hemos visto que el tiempo no era malo del todo y nos hemos empezado a poner polainas y crampones. En cuanto vemos una ventanita de buen tiempo nos animamos de una forma…Pues hemos salido 6 de los 8 en busca del glaciar, y de repente: una cordada de 4 personas!!!! Se acercan y vienen a hablar con nosotros. Están igual de sorprendidos de ver gente por allí que nosotros. Son estonios, y han montado su CI por allí cerca, a unos tres cuartos de hora del nuestro. Quieren montar al día siguiente un CII antes del hombro. Es una estrategia diferente de la nuestra, pero ellos tienen más días. Nos quedaban unos 300 m al hombro, pero volvía el mal tiempo y nos hemos bajado. Han empezado a forjarse planes para mañana, ya que la salida de hoy nos ha animado mucho. No sé qué tiempo hará mañana, porque no parece que ningún día sea mejor que el anterior, pero con el gusanillo de haber descifrado el laberinto del glaciar, que era lo que tenía pinta más dantesca.
NOCHE: Última noche en el CI. Todo está ya húmedo y frío. Estamos un poco al límite de fuerzas. La comida, pasta y arroces de sobre, noodles y sopas, tés…no nos dan todas las energías que necesitamos.
Hoy, tras bajar de la pequeña salida por el glaciar, ha empezado a llover y nos hemos metido enseguida en la tienda. Hemos llegado tan destemplados que hemos dormido con la chaqueta de plumas puesta, dentro del saco de plumas, y tengo las manos frías desde que hemos vuelto del paseo por el glaciar. Es un espectáculo dantesco ese glaciar agrietado y sucio por el que hemos danzado.
Y seguimos haciéndonos ilusiones sobre el día de mañana: termos preparados con té, despertador a las 4…todo listo, pero lo cierto es que nada nos hace pensar que el día de mañana será mejor que el de hoy. Todos miramos hacia abajo, pero conservamos la ilusión por una cima que llevamos días contemplando.
NOCHE: Última noche en el CI, noche de frío, de humedad, de incertidumbre, y también de ilusión por este monte que no se deja. Veremos mañana qué ocurre…

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