MESTIA, 19 DE JULIO DE 2010.
Ya lo tenemos todo listo para subir mañana hacia el campo base del Tetnuldi. Hoy nos hemos levantado bastante tarde, sobre las 8 y media. Hemos estado un buen rato desayunando, y planificando el día de trekking, cuando nuestro cocinero nos ha dicho que teníamos visita al museo etnográfico y a una de las torres, que tenían túneles subterráneos que comunicaban con otras torres y con fuentes para coger agua. Les servían de fortalezas para los ataques. Son preciosas, pero reflejan la severidad de las tierras. Ha hecho un buen día hasta el mediodía, y luego a llover…pero bueno, después de ver la casa tradicional de aquí, que en invierno vivían animales y personas en la misma estancia, puede uno imaginarse el frío que pasarán para tener que aprovechar el calor que desprenden los animales para poder dormir en tablas sobre ellos. La mujer que enseñaba la casa despendía energía y vitalidad en todo lo que hacía o decía. Hablaba con toda su ilusión, en ruso. Y nuestro cocinero Merhab no nos traducía ni una décima parte. Qué contraste de sensaciones, todo lo que ella transmitía, en un idioma desconocido, y lo poco que aportaba el otro, en el tan socorrido inglés. Qué pena no saber más idiomas.
Me llena de curiosidad esta etapa de viaje que empieza mañana: ¿Pasaré frío?¿Podré con la mochila?¿Aclimataré bien?¿Estaré a la altura? Supongo que todo irá saliendo, ya veremos…
No sabemos aún si habrá que montar un campamento de altura o no; creemos que no, pero todo es muy incierto. Tenemos un croquis hecho a mano, que el hombre de la casa donde nos alojamos, nos ha dibujado y explicado con todo detalle en Georgiano, pero claro, en el proceso de traducción se ha perdido el 80% de la información oral.
Bueno, mañana empieza la aventura…
CAMPO BASE DEL TETNULDI, 20 DE JULIO DE 2010
Aquí estamos Enrique y yo, calentitos en la tienda; él leyendo, yo contando batallitas. Pero el día empezó hace muchas horas….
Nos hemos levantado a las 5:16, desayunado y recogido las cosas. Nos esperaba ya una furgoneta en la puerta de casa, para llevarnos hasta donde empezaba el trekking hasta el CB. A partir de ahí a repartir las cosas de peso en varias mochilas que llevarían los caballos, dejando las mochilas que llevábamos nosotros, bastante ligeras.
Con nuestro cocinero todo son malentendidos, o bueno, que no nos quiere dejar hacer las cosas como querríamos.
Los caballos nos han dejado mucho más lejos del CB de lo esperado. Debíamos subir una canal con nieve y piedra, descompuesta, con todos los cacharros, a 3500 m. Hemos decidido montar el CB a 3000 en un prado con agua al lado, donde estamos acampados ahora, y mañana montar un Campo I lo más altos posible, donde aún haya algo de agua cerca, para no andar fundiendo nieve. La otra posibilidad, la de montar el CB a 3500, que es donde en teoría estaba, nos obligaba a hacer hoy varios porteos con mucho peso, y sin haber aclimatado todavía.
Ya lo tenemos todo listo para subir mañana hacia el campo base del Tetnuldi. Hoy nos hemos levantado bastante tarde, sobre las 8 y media. Hemos estado un buen rato desayunando, y planificando el día de trekking, cuando nuestro cocinero nos ha dicho que teníamos visita al museo etnográfico y a una de las torres, que tenían túneles subterráneos que comunicaban con otras torres y con fuentes para coger agua. Les servían de fortalezas para los ataques. Son preciosas, pero reflejan la severidad de las tierras. Ha hecho un buen día hasta el mediodía, y luego a llover…pero bueno, después de ver la casa tradicional de aquí, que en invierno vivían animales y personas en la misma estancia, puede uno imaginarse el frío que pasarán para tener que aprovechar el calor que desprenden los animales para poder dormir en tablas sobre ellos. La mujer que enseñaba la casa despendía energía y vitalidad en todo lo que hacía o decía. Hablaba con toda su ilusión, en ruso. Y nuestro cocinero Merhab no nos traducía ni una décima parte. Qué contraste de sensaciones, todo lo que ella transmitía, en un idioma desconocido, y lo poco que aportaba el otro, en el tan socorrido inglés. Qué pena no saber más idiomas.
Me llena de curiosidad esta etapa de viaje que empieza mañana: ¿Pasaré frío?¿Podré con la mochila?¿Aclimataré bien?¿Estaré a la altura? Supongo que todo irá saliendo, ya veremos…
No sabemos aún si habrá que montar un campamento de altura o no; creemos que no, pero todo es muy incierto. Tenemos un croquis hecho a mano, que el hombre de la casa donde nos alojamos, nos ha dibujado y explicado con todo detalle en Georgiano, pero claro, en el proceso de traducción se ha perdido el 80% de la información oral.
Bueno, mañana empieza la aventura…
CAMPO BASE DEL TETNULDI, 20 DE JULIO DE 2010
Aquí estamos Enrique y yo, calentitos en la tienda; él leyendo, yo contando batallitas. Pero el día empezó hace muchas horas….
Nos hemos levantado a las 5:16, desayunado y recogido las cosas. Nos esperaba ya una furgoneta en la puerta de casa, para llevarnos hasta donde empezaba el trekking hasta el CB. A partir de ahí a repartir las cosas de peso en varias mochilas que llevarían los caballos, dejando las mochilas que llevábamos nosotros, bastante ligeras.
Con nuestro cocinero todo son malentendidos, o bueno, que no nos quiere dejar hacer las cosas como querríamos.
Los caballos nos han dejado mucho más lejos del CB de lo esperado. Debíamos subir una canal con nieve y piedra, descompuesta, con todos los cacharros, a 3500 m. Hemos decidido montar el CB a 3000 en un prado con agua al lado, donde estamos acampados ahora, y mañana montar un Campo I lo más altos posible, donde aún haya algo de agua cerca, para no andar fundiendo nieve. La otra posibilidad, la de montar el CB a 3500, que es donde en teoría estaba, nos obligaba a hacer hoy varios porteos con mucho peso, y sin haber aclimatado todavía.
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