15 de septiembre de 2009

MONT BLANC

SÁBADO, 12/IX/2009
00:33: Uyssss, me hago pis! A ver qué hora es? Ah, pero si no faltan ni diez minutos para levantarnos. Vamos al Mont Blanc!!! Enseguida suena el despertador y salgo pitando hacia el baño (que ya funciona, ayer llegó un helicóptero con los fontaneros…qué cosas pasan en las alturas…).
A la 1 estamos desayunando, con los nervios a flor de piel…nos ponemos tibios, y salimos ya a prepararnos. Se nota que ayer ya estuvimos ensayando este ritual complejo de prendas, hierros, cacharros, nudos…
Llevamos la ilusión puesta como primera capa, debajo de la ropa térmica, debajo de la misma piel. Ya está, ya estamos cumpliendo este sueño…
Las rampas del Tacul se me hacen más pesadas que el día anterior, y siento un poco de miedo de cansarme antes de tiempo…pero llegamos al hombro del Tacul enseguida, y descansamos bajando al Col Maudit. Vamos muy bien de tiempo y eso nos anima mucho. Empezamos las rampas clave del día, las que nos llevan al Col del Mont Maudit, las que tanto respeto nos infunden. Son como de azúcar, los crampones resbalan un poco, y el patio que tenemos al lado hace que nos concentremos al máximo en cada paso. Llegamos sin darnos cuenta a la rampa final, que superamos sin problemas, incómodos por la gente y por un guía algo maleducado.
Buf, pero si todavía queda un montón…Nos habíamos planteado subir el Mont Maudit, pero yo creo que si lo subo, luego no llegaría al Mont Blanc. Edesio y Jorge se vienen directamente, y la cordada Lafarga – Sola se decide sin pensarlo y va a por el Maudit, con mucha fuerza y decisión. Todavía es de noche, y a medida que nos alejamos hacia el Mont Blanc, ellos se difuminan sobre las empinadas rampas de ese pico poco frecuentado e imponente.
Sin saberlo, mientras nosotros estábamos a pocos cientos de metros de la cumbre, ellos estaban ya tocando el techo del Maudit. Con las luces de la mañana, llegábamos pasito a pasito a la cumbre del Mont Blanc. Los teníamos delante y no nos dábamos cuenta… qué dos, qué fuertes están.
Y ahora qué? Edesio, dónde se van los sueños cuando se cumplen? Y me dice: son tuyos, cuando se cumplen ya son tuyos, nuestros, para siempre…esto ya no te lo puede quitar nadie. Nos abrazamos emocionados. Para Jorge es su cuarto Mont Blanc, pero se le ve emocionado también, satisfecho y contento. A las 8:29 de la mañana, los Alpes estaban a nuestros pies. En la cumbre del Mont Blanc no se piensa en nada más que en la satisfacción de haber llegado hasta allí.
La bajada hacia Gouter es un paseo. Nos paramos en Valot acalorados, a quitarnos ropa y comer un poco, que no hemos comido nada desde la 1 de la mañana. Jorge suelta algunas tonterías, que no sabemos si es de la altura o del hambre…
El refugio de Gouter está llenísimo de gente, unos que llegan, otros que se van…Hacemos cálculos: ¿a qué hora deberían llegar Álex y Alberto para que nos dé tiempo de coger el tren a las 16:35? Si llegan aquí más tarde de las 13 no llegamos…
Y diciendo esto oigo: Blanca… Aparecen Álex y Alberto, esbeltos, enormes. Han tardado 15 minutos más que nosotros en llegar a Gouter, y han subido el Mont Maudit además del Mont Blanc!! Qué máquinas!!!
La bajada al tren es un infierno, todos andamos doloridos y quejumbrosos, todos menos Edesio, que con sus bastones baja ágil y hábil con la de piedras que hay… ya en el valle empieza el diluvio. Pero el cansancio satisfecho, la ducha caliente y una cena llena de nuevos proyectos alpinos, nos recuperan, pero no consiguen bajarnos de la nube en la que nos quedamos cuando llegamos al Mont Blanc.
Es difícil bajar, es difícil desprenderse de las montañas, no mirar atrás; no puedes irte sin más. Despedirnos de Edesio fue como despertar: volvemos a casa.

3 comentarios:

  1. Hola blanquita de las nieves!
    Enhorabuena por tu nuevo blog!!
    He leído y he vivido cada línea del relato recordando todos esos momentos compartidos contigo durante este increíble viaje al techo de los Alpes.
    Eres tan increíble que no dejaría hueco para otros de tanto que escribiría sobre tus cualidades. Tu ilusión, tu carácter desprendido, humilde y lleno de bondad, tu fuerza y tu determinación estuvieron siempre presentes en esta aventura. Contigo toda empresa es factible. Porque con Blanca, todo sale bien (siempre)!
    Muax!!!!!
    Jorge

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  2. Hola , muchas felicidades por vuestra aventura,, tu si que eres una maquina...junto con jorge,, os vengo siguiendo desde hace mucho tiempo y me he llevado una alegria....
    Bueno que sea el principio, pues hay un mundo en los Alpes...yo lo ultimo fue volar en parapente por alli,,mer de glace, aguille,etc.

    un beso

    jorge

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  3. Hola Jorge,
    Pues muchas gracias, me alegro de que sigas nuestros paseos...de éste han salido un montón de retornos a Apes...qué maravilla!
    Vimos tirarse a alguien en parapente desde la cima del Mont Blanc...
    Gracias por leernos.
    Un besico!
    Blanca

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