18 de octubre de 2011

EL VIAJE A DUNCHE

En el billete de autobús hay varios datos en lo que uno no repara, y son de especial interés. En primer lugar hay un apartado en el que pone “Arrival time”. Ésta no es la hora a la que vas a llegar a tu destino, que eso nunca se sabe…Es la hora a la que debes llegar a la estación de autobuses, es decir a la calle. Nuestro autobús salía a las 8:30, pero la hora de llegada eran las 8, y el autobús, a las 8:10, salió…
Otro pequeño detalle son los números de asiento. Puede que te vendan billete sin número de asiento. En ese casó te tocará bien sentarte encima de un saco en medio del pasillo, en el mejor de los casos, ir sentado en el pasillo directamente, puede que con alguna gallina encima, ir depie (el viaje son 9 horas) o colocarte en el techo. Si tienes número de asiento, cuanto más alto sea ese número, peor asiento tienes…Nosotros teníamos los asientos 12 y 13, y eran en la última fila que ni cabes, y los baches son más divertidos que en ningún otro lugar. Eso sin tener en cuenta que vamos sentados 6 ó 7 cuando hay sólo 5 asientos. Mi hombro sale por la ventana, y mi rodilla por el siento de delante, vamos como sardinas en lata!
Otro detalle a considerar: el destino. Aunque Ramche se parezca a Dunche, sobre todo si está manuscrito, no es lo mismo. La carretera, en sus últimos kilómetros hacia Dunche, está muy deteriorada, sobre todo al final del monzón como la pillamos nosotros. Y el autobús no llega a Dunche como un pardillo turista espera. Ni cerca.
Han hecho un buena cuneta de hormigón, y gracias a eso no está todo lo mal que podría, pero algunos tramos son roca viva. Otros son socavones. Nosotros nos sorprendimos de lo bien que iba el viaje al principio, pero poco a poco la carretera empeoraba, hasta que llegamos a un tramo intransitable, con algún coche cruzado en medio. Hasta ahí habíamos llegado. Nos bajamos en medio del chaparrón monzónico, y nos pusimos a andar hasta pasar aquel tramo, a ratos descalzos con el agua por los tobillos, donde en teoría nos esperaría otro autobús para continuar el viaje. Esperamos metidos en una camioneta, imaginando que sería nuestro transporte a Dunche, pero no era más que un lugar de cobijo durante la espera. Llegó otro autobús que nos acercó otros pocos kilómetros a nuestro destino, pero en un momento dado se paró. Nos enseñaron nuestros billetes para comprobar que en ellos estaba escrito Ramche, no Dunche. En fin, estábamos a dos horas a pie, y no sabíamos en qué momento pasaría otro autobús que nos llevara hasta allí, así que empezamos a caminar bajo la lluvia. Otro autobús pasó al rato y nos recogió. Ya no teníamos sitio dentro, así que pasamos al techo, mucho más interesante. En el techo íbamos sentados encima de nuestras mochilas, las cabras sentadas sobre nosotros (qué calorcito dan las cabras!), el paraguas en una mano, la otra mano aferrada a la barra del techo. Los niños acercándose al paraguas para refugiarse de la lluvia. El revisor que pide rupias (con qué mano se las doy? Qué suelto? El paraguas o la barra del autobús?) Veo al frente roca viva, y pienso que no se atreverá a pasar por allí el autobús. A mi lado un cortado que me impresiona. Y el autobús allá que va. Se encaja entre la roca como una pastilla de jabón, de un lado para otro. Pienso en el accidente que vamos a tener ¿Hacia dónde debería lanzarme? ¿Por qué no he traído el casco de escalada? ¿Cuantas vueltas de campana daríamos?

Pero pasamos sin incidentes…y por fin, se acaba el suplicio. Seguimos a pie desde la oficina del Parque Nacional, donde nos hacen el permiso sin ningún problema. Nos sentimos mucho mejor caminando...y agradecemos no tener que volver a coger este autobús a la vuelta, ya que caminando llegaremos muy cerca de Kathmandú...pero eso vendrá más adelante.

5 comentarios:

  1. Hay Blanca, Nepal, es así.
    Creo que por eso nos gusta ir, es un choque frontal de culturas. Y desde su punto de vista somos gentes muy privilegiadas y adineradas, tenemos VACACIONES.

    Pero bueno Namaste y a seguir adelante.
    Quiero volver me lo pide mi cabeza

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  2. Chuti, me he reído un montón al leer la crónica. El relato verbalmente lo conocía, pero escrito es más auténtico. Gracias por este buen rato.

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  3. Lo que me estoy perdiendo: mucho 3000's y sin ir al Nepal. Solo conozco la "autopista" del Karakorum, que por lo visto, asi les debe parecer a los nepalís .....
    Namaste y hasta pronto !
    Felicidades
    Feliu de Lleida

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  4. Hola Blanca! Me llamo Mario, soy de Tenerife. Informándome sobre la subida al Monte Perdido, me he topado con tu blog. Me quedé intrigado por saber algo más de tu viaje a Nepal. Hace 1 año y medio hice tambien el trekking por el valle de Langtang y, como no conozco mucha gente que lo haya hecho, me llamaba la atención saber tus impresiones. Gracias.

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