tag:blogger.com,1999:blog-47411005090158617052024-03-13T19:19:54.627+01:00Blanca de las NievesBlanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.comBlogger49125tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-68419201217515422382012-12-15T20:34:00.000+01:002012-12-15T20:34:25.838+01:00ME ENCANTA EL INVIERNO!!!<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
Últimamente no me acordaba. El otro día, mientras circulaba a 40 km/h de camino al trabajo, en medio de una copiosa nevada, intentaba recordar qué tiene de bueno el invierno. Cuando llegué y casi me mato de un resbalón al bajar del coche, aún me acordaba menos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un poco más tarde conducía por la nieve y me encontré un coche cruzado en la cuneta. Y más tarde otro. Y luego otro. Luego vinieron los que no llevaban cadenas, luego los que no sabían ponerlas. Y luego los que las llevaban y sabían ponerlas, pero apuran hasta que se cruzan y tiene que ir la grúa, y entonces piensan por qué no pusieron las cadenas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ya por la tarde caminaba por una de las calles intentando no morir en el intento, esquivando el hielo como podía, cuando de repente se me cayó encima un montón de nieve de un tejado...qué tendrá de bueno el invierno???</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al día siguiente seguía sin acordarme, preocupada, y tenía los pies tan helados que no podía ya ni imaginarlo. Conducía de vuelta a casa, ya de noche (otra vez de noche!!!) y ya estaba mosqueada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otro día más, y ya no podía ser. Me decidí a buscar la respuesta allí donde casi siempre aparecen las soluciones: en el bosque. Me puse mis zapatillas de correr: y dos capas de ropa, y el gorro, y los guantes...y salí por la pista hacia Gavín. Nada. Me sobraba ya una camiseta, cuando la senda empezaba a subir. Nada. Llegué al desvío hacia la caseta de las Brujas, y en la senda empezó la fiesta: barro, hielo, nieve y hojas de roble congeladas. Empezaba a intuir la respuesta...en cada resbalón sentía ese “casi...pero no”, hasta que tras el resbalón di con mi culo en el suelo (ahora era casi...pero sí). Luego una piedra camuflada bajo la nieve me hizo caer de nuevo. Pero llegué a casa con respuesta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta mañana el sol no quería salir, está muy tímido últimamente. Pero yo quería comprobar mi hipótesis. Nos poníamos las botas (nuevas) y yo notaba ya el gusanillo por la tripa, mi hipótesis se iba a confirmar en cosa de segundos. Pegaba las focas cuidadosamente, cerraba la mochila, me ponía los guantes, y por fin, los esquís! Sara y yo no dejábamos de hablar, emocionadas las dos, de montaña, de viajes,...y Marc el pobre abriéndonos la huella.</div>
<div style="text-align: justify;">
Luego una bajada triunfal por el bosque, de las que te saca la sonrisa, de las que provocan un solo pensamiento: ME ENCANTA EL INVIERNO!!!!</div>
</div>
Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-69308887897344011622012-08-22T16:59:00.001+02:002012-08-23T08:20:01.842+02:00LA FALSA EMBARCADA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
Habíamos quedado para hacer el Espolón del Gállego, que según palabras de los aperturistas “la puede hacer todo el mundo”. Eso me gustó. La meteo anunciaba un día de horridez en los centígrados, así que decidimos subir un poco más, al Aspe. Vía asequible, en mente desde hace tiempo…bien, bien…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no todo iba a ser tan fácil. Hubo un cambio de planes que vaticinaba fracaso: La vía Flammes de Pierre al Petit Pic du Midi d’Ossau. Vía de aventura. Yo la verdad que como “me llevan” ni había mirado la reseña (sí había estado con las dos anteriores), y no me había percatado del pequeño detalle: esa vía tiene 15 largos!!!! Es que cada vez que lo pienso, me da la risa. Y va y quedamos a las 8 en Biescas. Oye, como unos campeones…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dejamos el coche en el Portalet, y salimos andando animados, charlando, tan campantes…Llegamos al collado donde se supone que debemos ir hacia el norte. Vemos una senda que intuimos es la nuestra, y vamos avanzando, y avanzando…pero la dichosa llanta de bicicleta que nos tiene que indicar el inicio de la vía, no aparece por ningún lado…Subimos una canal, que esperamos nos lleve al pie de la vía. Unos vamos por un sitio, otros por otro…hasta que de repente, Enrique encuentra la cueva, y la rueda de bici: bien! La vía! Ni se nos ocurre que son más de las 12 del mediodía, casi cerca de la 1, y que tenemos 15 largos de una vía que no conocemos, por delante. Estamos tan entusiasmados que ni lo pensamos. Estamos una cordada en el pie de vía, y esperamos a la otra, tras haberles gritado nuestro hallazgo. Pero no aparecen, de momento. Pensamos que han decidido tirar por otro lado, así que empezamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasamos el primer largo, el segundo…chimenea, placa, las cuerdas que rozan, los largos que no se intuyen y encima no hay nada que indique que vas por la vía. En resumen, el Midi. Así van pasando las horas, con un Enrique soberbio a la cabeza. Ya sabemos que nuestros compañeros han empezado la vía por un camino alternativo, pero que ya la van siguiendo por delante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al llegar al final del 7º largo, son las 5 y media de la tarde, y yo ya tenía claro que había que salir de allí, y seguramente nos tocaría usar frontal. Vemos a nuestros compañeros unas decenas de metros más arriba, que no pueden hacer cima sin nosotros porque su cuerda es corta para uno de los rápeles (y porque tampoco les iba a dar tiempo), así que les decimos que se bajen a la brecha, donde más de uno y más de dos han escapado de allí en nuestra misma situación. Nos bajamos algo tristes, y confusos por una bajada nada fácil, ni obvia. De nuevo, el Midi. Destrepes de II, y de III, hasta que después de varias horas, llegamos a la senda que nos devuelve, sin frontal, al refugio de Pombie, y después al Portalet.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es muy curioso, llevo todo el día con la sensación de “embarque”. Tanto en la aproximación, como en la vía (ni un clavo que te indique “es por aquí”, bueno, venga, uno…), como en el descenso…los hitos eran como de cachondeo…pero esto es así, es un embarque, que de repetirlo, deja de serlo, y se convierte en vía, y en descenso. Volveremos con más tablas, y madrugando…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-36427383772239640852012-04-30T14:23:00.004+02:002012-04-30T14:23:39.460+02:00PIROPEANDO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cierro los ojos: oigo el viento golpear la génova, huelo a salitre, siento el vaivén, el impulso eólico que nos transporta. Los abro: veo a mis amigos sonrientes, sentados en la bañera del Piropo, al frente se intuye ya Antigua, isla a la que nos dirigimos. Hablan de grados, de nudos, yo escucho atenta este lenguaje nuevo que deseo aprender.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta mínima incursión en el viaje de mis amigos hace que una se lo crea todo. Sólo hay que soñar en serio, y creérselo. Hace unos años, Dani hablaba de esto, como hablamos muchos de nuestros sueños del cajón que cerramos una y otra vez. Pero sus ojos hablaban en serio, y se atrevieron a soñar, abrir ese cajón y sacar algo gordo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Llegamos al aeropuerto de Guadalupe por la tarde, y allí estaban, buscándonos con la mirada: Los ojos marinos de una y los celeste del otro, parecieran hechos justo para esta aventura. A los cinco minutos ya me parece que los he visto ayer. Es mágico esto que pasa con los amigos, llevas ocho meses sin verles y parece que has estado echando un café ayer con ellos, sigue la misma confianza, la misma naturalidad de siempre. Pero con mucho más que contar. Las conversaciones se alargan, se suceden los temas, nos preguntamos de todo, y de todos: padres, hermanos, trabajo, vacaciones, viajes, montaña, amigos, planes (planes?), sueños…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Visitamos La Soufrière, un volcán en activo, que huele a azufre que apesta, pero tiene una excursión preciosa entre la niebla. Visitamos playas paradisíacas, y disfrutamos de la compañía con una intensidad inusual: no sabemos cuándo podremos volver a visitarles. Esa incertidumbre me aturde un poco, aunque me hace valorar más si cabe, cada minuto. Y el Piropo, su velero, se hace un hueco entre nosotros como uno más, como si tuviera personalidad propia. Admiro la vida así, tan sencilla, tan ajena a lo superfluo, y tan rica en detalles. Admiro desprenderse de todo este lastre que nos ahoga hasta límites insospechados, y luego aún nos apretamos un poquito más la soga, como buenos masoquistas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estar en la marina haciendo los papeles en inmigración me parece un momento especial. Haber llegado a un país con mis (sus) propios medios, sin pasar por el aparatoso aeropuerto, me parece algo increíble. Ellos ya están acostumbrados. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pasan los días y la fecha en que estamos coincide con la escrita en el billete de vuelta: Maldito calendario, que se apresura cuando uno no quiere. Quisiera romper el billete, ese traidor que me llena de tristeza, que fuerza el final de un viaje mucho más profundo de lo esperado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta mañana conducía bajo la nieve, descolocada, sin entender nada de nada…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div>
</div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-23863383801233361702012-03-29T15:21:00.000+02:002012-03-29T15:21:03.433+02:00100 AÑOS SCOTT<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><em><span style="font-size: large;">"Asumimos riesgos, sabemos que fue así; las cosas no estuvieron a nuestro favor, y por tanto, no tenemos motivo de queja, pero, en manos de la Providencia, estamos determinados a dar lo mejor hasta el final".</span></em><br />
<br />
<em><span style="font-size: x-small;">Se celebra hoy el centenario de la muerte de Scott.</span></em></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-66222213043608239292012-03-28T19:59:00.000+02:002012-03-28T19:59:02.542+02:00LEÇON 1: BONJOUR!!!<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fin de semana! Ah, no, lunes y martes, aunque para mi sean sábado y domingo, a efectos prácticos. Aún no me acostumbro a no tener un trabajo “normal”, de lunes a viernes…El caso es, que con el buen tiempo que hace y habiendo nevado hace unos días…Benasque nos espera!! </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Salimos el domingo con el coche cargado de muchas cosas, pero sobre todo de muuuchas ganas de monte, de ilusión y de emoción por lo que nos espera. Esa noche dormimos en tienda de campaña (hay que ahorrar para otros viajes…), que no haciendo frío y a falta de furgo, es donde mejor se está, bajo un cielo cargadito de estrellas (aunque dentro de la tienda no se ven, claro). El saco de plumas produce un efecto somnífero casi inmediato, esa calidezzzzzzzzzzzzzzzzzz</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Siete de la mañana del sábado (ah, no, del lunes), nos vamos al Alba, al pico, digo. Nos juntamos en los Llanos del Hospital con nuestros amigos Thierry y Francis: Bonjour! Y empieza el curso de francés. El día va calentando, y nosotros con él. En las escasas paradas nos contamos un poquito de nuestras vidas, y seguimos a lo nuestro. Llega el momento de los crampones, y nos vamos para arriba, sin saber aún si lograremos hacer cumbre, a ver la arista en qué condiciones se encuentra…Desde la antecima podemos saborear casi lo que aún no hemos conseguido, la cima se ve muy asequible esta vez. Yo me pego a la pequeña bestia, Thierry, al que intuyo hábil en este terreno mixto y afilado. Y mi intuición no falla. Tiene un ojo para él y otro para mí. Y voilà! La cima, agradecimientos, sonrisas metálicas, y chorizo. Qué buen día hace…pero bueno, pero otra vez? Ahí está Latre, que “se ha quedao sobao” esta mañana, y ha salido de Jaca a las 9 de la mañana. Y ahí está sonriente como si nada…Esto no es humano. Pero, pero…hago cuentas y no doy crédito.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Antes de bajar a la Renclusa, vemos en el pico Paderna un verdadero batallón del ejército ¿y JuanPa?, hay un montón de figuritas verdes bajando hacia la Renclusa también, y nosotros pensando que entre semana no habría nadie en el refugio…La bajada, para qué contaros…unos marcando estilo, y otras haciendo movimientos grotescos, lo vamos a dejar ahí.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pasamos la tarde al sol, dejando que pase el rato entre cervezas y paisaje y charla, qué gusto, qué bien se está…sólo nos queda que lleguen Champi y Alfredo, para juntarnos los 6 en la cena. Aquí llegan prensa en mano, y enseguida nos ponemos a dar cuenta de una cena pantagruélica, buf! Por la noche, los tapones y la digestión alejan los ronquidos hasta el infinito o más allá, y consigo dormir como un tronco. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mañana de domingo con el refugio hasta arriba (aunque sea martes), desayunamos (sin hambre) y nos preparamos. Enrique y Marie Claude llegan puntuales, tras una pequeña palicilla que llevan ya en las piernas, así de buena mañana. Nos acomodamos a las circunstancias del día, y nos sale un plan redondo, triunfal, diría yo. Hoy no tengo yo el mal día, pero ha sido una suerte, y lo siento, que alguien lo tuviera, ya que nos guió hacia la mejor ruta posible. La huella impecable de Alfredo surca la nieve polvo, hasta el punto donde dejamos esquís. De allí al pico del Medio hay una entretenida trepada. La cima sabe a gloria! Qué gozada, y qué cola hay en el Aneto, pero si parece la carnicería antes de un puente! Y nosotros allí estamos, solos, disfrutando los unos de los otros. Fotos de rigor, uno que se esconde, otro que pone cara rara...Solicito los servicios de un guía para la bajada, que luego resultó más fácil de lo que pensaba (o que el guía era muy bueno), y nos dirigimos ahora al pico Coronas, un paseo…Ahí Thierry saca su pócima secreta, un caldo alcohólico que resucita a un muerto! Sólo él sabe lo que hay ahí dentro…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y con este buen sabor de boca (no el del alcohol, sino el de los picos), bajamos por la mejor nieve que he esquiado este año: nieve polvo, suelta, ligera, facilona…una gozada bajar por el glaciar del Aneto con esta nieve tan dulzona. Poco a poco, la pérdida de altura, hace que la nieve vaya empeorando, hasta lo normal: la pasta primavera, o la costra, que es a lo que estamos acostumbrados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo, todo, hasta el coche me parece una suerte. Un regalo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">À la prochaine!</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><h2> </h2></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-7077759343162008662012-03-05T07:11:00.000+01:002012-03-05T07:13:09.632+01:00UN MAL DÍA<div align="justify"><span style="font-family:arial;">Un mal día puede tenerlo cualquiera, eso pienso hoy, mientras llueve sin ganas.<br /><br />Ayer era un día de travesía normal, incluso bueno diría yo. Una ruta ingeniosa, saliendo de Panticosa y llegando a Sallent, un día aceptable tirando a bueno, muchos amigos y poca nieve.<br />Un largo porteo que se lleva bastante bien, me aleja de unos amigos por delante, y de otros por detrás. A los de delante les veo, pero no les oigo; a los de detrás, ni lo uno ni lo otro. Y uno pudiere pensar ¿Y por qué no te paras y esperas? Pues porque todos tenemos el demonio del esfuerzo (y el egoísmo) en la orejilla, que nos dice "venga, dale duro que pillas a los de delante". Pero no es así, porque no estás tan fuerte como ellos, y entonces empiezas una lucha absurda, hasta que toca poner esquís y nos agrupamos.<br />La nieve dura siempre me ha superado, subiendo y bajando. Me hace diminuta y torpe; y a mi, ese papel me va, me envuelve y me lo creo tanto que me convierto en mi personaje. Enseguida pongo cuchillas y casco, pero sigo torpe, y de paso muy lenta. Y todavía disminuyo más. El diablillo que habita en mi oreja se me ríe, me señala al resto del grupo allí arriba, sin poner cuchillas, y se mofa de mis sudores fríos por un poco de nieve dura, ni siquiera hielo. Y yo le hago caso y me desconcentro más aún, hasta el punto de desear volverme. Pero no vuelvo.<br /><br />Hasta el collado la cosa va mejor, menos torpe pero sin encontrar la confianza. Y el día se hace de blanco y negro, se llena de grises...Donde todos flanquean con soltura yo voy con crampones y piolet. Mi diablillo me hace la zancadilla, por miedosa y torpe, se aburría ya en la oreja...caigo con las rodillas en las piedras, a ver si aprendo…<br />Pongo esquís de nuevo para subir al último collado, y allí el viento se lleva muchos de mis pensamientos. Hay que bajar un tramo con crampones, salvo los expertos que bajan con esquís (el experto, vaya). Ahí me muevo bien, el diablín se calla de una vez, pero en cuanto nos ponemos los esquís para seguir barranco abajo, reaparece el maldito, y no para de reírse en todo el rato. No puedo ni bajar, ni posición ni nada, ni la cuña me sale por esas palas heladas, que sólo me atrevo a derrapar. Siento tanta vergüenza por mi debilidad y torpeza que quiero desaparecer. El diablo se ha cansado de mi, al ver que no reacciono ya, y me ha dejado sola...<br /><br />Una vez nos quitamos los esquís, y cogemos ya la senda con Sallent al fondo, respiro un poco aliviada, aunque el reloj martillea mi cogote, y no quiero más que llegar a tiempo a trabajar.<br /><br />Lo siento amigos, siento el mal día. </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-13041789856664995532012-01-16T21:03:00.000+01:002012-01-16T21:06:02.880+01:00..ya no vuelvo!<div align="justify"><span style="font-family:arial;">Se suceden las jornadas de travesía como el día de la marmota. Justo en el momento de pasar de las cuchillas a los crampones, suelto mi frasecita: “es que el horno no está para bollos, yo hasta que no nieve ya no vuelvo” Y se me llena la boca diciéndolo, como si me lo creyese. Pero la realidad es que el único momento incómodo del día son los dos minutos de foqueo por la ya mítica “nieve-cristal” o “hielo-cristal” (ése es un jardín donde no voy a entrar…) que se empeña en acompañarnos esta temporada…<br />Y si ese momento me incomoda tanto, por qué no pongo crampones antes? Pues me resulta difícil de saber. Cuando a mi me parece que hay que poner crampones, veo que todo el mundo avanza cómodamente con cuchillas. Así que voy a ello, como todos, pero no soy tan hábil. Si no me enfrento a estos momento “de tensión”, no podré mejorar la técnica…En fin, que sufro, me ralentizo, sudo, hasta que llega el momento de los crampones…<br /><br />Las salidas, bien escogidas, y para los que nos gustan los crampones, son una gozada. Una vez me deshago de las tablas (lo de “deshacerse” es un decir, por que las llevamos a la espalda, no desaparecen) noto un bienestar, una sensación de seguridad…falsa quizás, pero placentera…y el tiempo es bueno, ni una nube, ni borrascas…sólo disfrutar del día, hasta que te toca ir a currar, claro…<br /><br />Pero subiendo me doy cuenta de que lo que nos gusta es el monte, y da igual si no hay “paquetón”, si la nieve está así o asá…miro a mis compañeros (bueno, que son todos amigos, pero parece que lo de “compañero” queda más montañil) y veo que no queremos más. Estamos todos encantados de asomarnos a nuevos collados, de ayudar al que se le sale el crampón, de ponerse debajo del que tiene miedo, de animar al que destrepa, cediéndole un piolet para seguridad “extra”, e incluso de opinar y dar órdenes desde las alturas, a los pobres que hacen lo que pueden bajando…<br /><br />Y en cuanto pones esquís para bajar toda esa nieve primavera (quién dice que no hay nieve?), me voy tragando letra por letra mi frasecita anterior, y se disfruta tanto, que no me imagino no saliendo a esquiar…pero qué bajada!!!!! Intento transmitirle a Champi mi entusiasmo por una inesperadamente buena bajada, que me veía con la cuña hasta el coche, y nada de eso. Sigo queriendo más!<br /><br />Y quién no se lleva la sonrisa puesta tras un día como los que estamos teniendo? </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-74877965665845971342012-01-02T22:12:00.002+01:002012-01-02T22:19:57.090+01:00SACAMOS LOS DONETES Y...<div align="justify"><span style="font-family:arial;">Empieza el año, y empiezan muchas cosas. Cambios, novedades. De repente, vivo en el Pirineo…ayssssss.<br />Es día 1 de enero y no hay mejor forma de empezar el año que yendo al monte! Y si encima hace un sol radiante y nos juntamos en buena compañía…pedir buena nieve sería ya “demasié”, como dice Do. Así que nos damos con un canto en los dientes y disfutamos del sol, y de la compañía.<br /><br />Empezamos a foquear y veo que todos se van alejando: pero qué lenta voy! Y eso que soy la única del grupo que tiene que llegar a currar hoy…y de la nada aparece Luis. Anda, anda! Nadie le hemos visto hasta que ha estado a pocos metros de nosotros, pero qué tío…<br />Vamos a dar la vuelta al Peyreget, y sin saberlo, los escapados van a trazar la mejor ruta que hemos hecho muchos a este recurrente pico. Me quedo atrás, cómo no, y no me da tiempo ni de beber. Me noto torpe en las transiciones, lenta en el foqueo, insegura en la bajada por hielo…como si fuera la primera salida de la temporada, pero es que no lo es! Para colmo, atropello a Champi llegando descontrolada (y última) al grupo, que estaba tranquilamente haciendo la transición. ¿Pero a qué me dedico hoy?<br /><br />Un poco frustrada voy siguiendo al grupo, y se me alejan los pensamientos cuando veo la original huella que están haciendo. Este Julio…vaya creatividad! La nieve dura siempre me crea tensión, aunque la cercanía de Jorge hace que lleguemos al collado sin problemas. A partir de ahí todo mejora, los crampones son un bálsamo (como siempre) y en la cima, la primera del año, el viento no consigue llevarse las sonrisas. Yo miro el reloj una vez, pero prefiero no preocuparme, de momento. Confío. Pero si a ése también lo conocemos! Si es Rafa! Esto es como si lleváramos Donetes, aparecen amigos por todas partes.<br /><br />Nos damos cuenta, tras una gozada de pala transformada, que el tiempo pasa mientras disfrutamos del día. Nos queda un último collado, y como la que “tiene prisa” soy yo, decido no llegar la última, y me doy cuenta de que puedo foquear más rápido de lo habitual, y veo que mi cuerpo responde, me gusta la sensación, y la subida se hace corta. No nos da tiempo de hacer nuestro segundo pico, bueno, a algunos sí! El resto nos vamos pitando para abajo.<br /><br />Y así, con la sonrisa de este magnífico día, me voy a trabajar, algo cansada pero más a gusto que un arbusto! Y llegando puntual!<br /><br />Quiero más!!!<br /><br />BUEN COMIENZO DE 2012!!!!<br /></span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-28121320545963428512011-12-07T15:42:00.000+01:002011-12-07T15:43:18.694+01:00DÓNDE ESTÁ LA NIEVE?<div align="justify"><span style="font-family:arial;">Subo a Sallent concentrada y nerviosa, pero me permito mirar al Pirineo de vez en cuando y soñar un poquito….soñar, nunca mejor dicho: pero dónde está la nieve? Miro hacia Ordesa, y aún se ve un poco, pero vamos, que el panorama es desolador. Pienso que todavía estamos a finales de noviembre, que quizás seamos un poco ansiosos; pero cuando uno está estudiando horas y horas y alguno que otro marcha con los esquís…la fuerza de voluntad tiene que llegar con armadura, escudo y lanza.<br /><br />En el escritorio me pongo una sentencia “PER ARDUA AD ASTRA”, es algo que he hecho desde mi época de instituto; siempre alguna sentencia acompañando los textos de historia, de filosofía, más tarde de elasticidad, de política forestal, de restauración hidrológica…y por fin, de la oposición. Frases que leer cuando decae el ánimo, cuando crees que no puedes más, que la cabeza ya no puede absorber una sola frase más.<br /><br />Pero de un día para otro se acaba el estudio, me libero, y entusiasmada saco los esquís. Ahora tengo tiempo, hace sol…sólo falta una cosa: NIEVE! Estudiamos el panorama pirenaico, y ya hemos visto gracias a “Sendero Límite” que en el Pirineu gironí sí hay nieve, y bastante además.<br /><br />Justo el fin de semana, casi nadie tiene libre, así que quedamos Champi yo, con unas ganas de esquí dispuestas a recorrer kilómetros. Y allá que vamos. El sábado por la mañana el día sale un poco ventoso, pero bastante bueno. Estoy nerviosa, entusiasmada, me pongo las botas casi ansiosa. Qué ganas de empezar a foquear! Champi se va alejando, imparable, y yo, a mi marcha, voy llegando. El pobre se enfría en cada collado, en cada cima, sufriendo las rachas de viento helado, mientras llega la lenta de Blanca…Desde el Pic de la Dona (2.704m), tenemos una bajada inesperadamente gloriosa. Empinada, con una capa de nieve polvo sobre la nieve dura de días atrás, qué maravilla, qué bajada! Pero lo bueno acaba, y nos toca volver a subir, y “el bulldozer”, sin nieve que mover, sube a toda velocidad. Y yo, un poco decepcionada por mi forma física, me canso. Poco a poco llego a la cima (Puig de Bacivers, 2.845m), y después seguimos al Bastiments (2.881m) por la cresta. Preciosa cima, en la que no podemos entretenernos por el viento, que no deja de soplar. La bajada hasta las pistas no está mal, pero tras la primera de la mañana…las demás ya no han sido lo mismo.<br /><br />Y el domingo, con un poco de prisa por la vuelta, decidimos hacer algo corto, pero muy chulo: el Pic Gra de Fajol (2.708m). Yo me veo mucho mejor que el día anterior, sobre todo porque el desnivel es 400m menor…<br /><br />El sentimiento de volver a la montaña, de volver al esquí, de compartir un fin de semana sin horarios, sin estudio, sin remordimientos…me invade la sensación de que todo sale bien, de que tengo una buena racha…pero, sin embargo, sigue sin nevar…<br /></span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-741844910446349532011-10-18T22:13:00.002+02:002011-10-18T22:29:44.107+02:00EL VIAJE A DUNCHE<div align="justify"><span style="font-family:arial;">En el billete de autobús hay varios datos en lo que uno no repara, y son de especial interés. En primer lugar hay un apartado en el que pone “Arrival time”. Ésta no es la hora a la que vas a llegar a tu destino, que eso nunca se sabe…Es la hora a la que debes llegar a la estación de autobuses, es decir a la calle. Nuestro autobús salía a las 8:30, pero la hora de llegada eran las 8, y el autobús, a las 8:10, salió…<br />Otro pequeño detalle son los números de asiento. Puede que te vendan billete sin número de asiento. En ese casó te tocará bien sentarte encima de un saco en medio del pasillo, en el mejor de los casos, ir sentado en el pasillo directamente, puede que con alguna gallina encima, ir depie (el viaje son 9 horas) o colocarte en el techo. Si tienes número de asiento, cuanto más alto sea ese número, peor asiento tienes…Nosotros teníamos los asientos 12 y 13, y eran en la última fila que ni cabes, y los baches son más divertidos que en ningún otro lugar. Eso sin tener en cuenta que vamos sentados 6 ó 7 cuando hay sólo 5 asientos. Mi hombro sale por la ventana, y mi rodilla por el siento de delante, vamos como sardinas en lata!<br />Otro detalle a considerar: el destino. Aunque Ramche se parezca a Dunche, sobre todo si está manuscrito, no es lo mismo. La carretera, en sus últimos kilómetros hacia Dunche, está muy deteriorada, sobre todo al final del monzón como la pillamos nosotros. Y el autobús no llega a Dunche como un pardillo turista espera. Ni cerca.<br />Han hecho un buena cuneta de hormigón, y gracias a eso no está todo lo mal que podría, pero algunos tramos son roca viva. Otros son socavones. Nosotros nos sorprendimos de lo bien que iba el viaje al principio, pero poco a poco la carretera empeoraba, hasta que llegamos a un tramo intransitable, con algún coche cruzado en medio. Hasta ahí habíamos llegado. Nos bajamos en medio del chaparrón monzónico, y nos pusimos a andar hasta pasar aquel tramo, a ratos descalzos con el agua por los tobillos, donde en teoría nos esperaría otro autobús para continuar el viaje. Esperamos metidos en una camioneta, imaginando que sería nuestro transporte a Dunche, pero no era más que un lugar de cobijo durante la espera. Llegó otro autobús que nos acercó otros pocos kilómetros a nuestro destino, pero en un momento dado se paró. Nos enseñaron nuestros billetes para comprobar que en ellos estaba escrito Ramche, no Dunche. En fin, estábamos a dos horas a pie, y no sabíamos en qué momento pasaría otro autobús que nos llevara hasta allí, así que empezamos a caminar bajo la lluvia. Otro autobús pasó al rato y nos recogió. Ya no teníamos sitio dentro, así que pasamos al techo, mucho más interesante. En el techo íbamos sentados encima de nuestras mochilas, las cabras sentadas sobre nosotros (qué calorcito dan las cabras!), el paraguas en una mano, la otra mano aferrada a la barra del techo. Los niños acercándose al paraguas para refugiarse de la lluvia. El revisor que pide rupias (con qué mano se las doy? Qué suelto? El paraguas o la barra del autobús?) Veo al frente roca viva, y pienso que no se atreverá a pasar por allí el autobús. A mi lado un cortado que me impresiona. Y el autobús allá que va. Se encaja entre la roca como una pastilla de jabón, de un lado para otro. Pienso en el accidente que vamos a tener ¿Hacia dónde debería lanzarme? ¿Por qué no he traído el casco de escalada? ¿Cuantas vueltas de campana daríamos? </span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Pero pasamos sin incidentes…y por fin, se acaba el suplicio. Seguimos a pie desde la oficina del Parque Nacional, donde nos hacen el permiso sin ningún problema. Nos sentimos mucho mejor caminando...y agradecemos no tener que volver a coger este autobús a la vuelta, ya que caminando llegaremos muy cerca de Kathmandú...pero eso vendrá más adelante.</span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-39524600747436121552011-10-16T11:26:00.001+02:002011-10-16T11:37:49.182+02:00BUROCRACIA NEPALI<div align="justify"><span style="font-family:arial;">Tras un día completo de agotadora visita turística, volvemos al hotel. Sólo nos queda preparar la mochila para salir al día siguiente hacia Dunche, e iniciar el trekking del Langtang. Habíamos dejado encargados a los del hotel, de nuestros billetes de bus, permisos del parque, etc. y, tan tranquilos nos habíamos ido todo el día. Cuando llegamos por la noche, por supuesto, no había nada hecho. Nos fuimos a una agencia para que nos lo gestionaran, pero no fue todo lo fluido que esperábamos.<br /><br />Era bastante tarde, todo cerraba ya, y aquellos personajes hacían cuentas extrañas mientras se frotaban las manos. “Suma total: 12.000 rupias” Jorge y yo nos miramos entre sorprendidos e indignados, no nos salen esas cuentas por ningún lado. Entiendo perfectamente que tengan que sacar dinero de las tramitaciones, que las gestiones que hacen cuestan lo suyo, que viven de esto, lo entiendo todo. Pero aun así me entristece que me engañen. Me indigna que me intenten convencer de que un billete de autobús cuesta cuatro veces más de lo que realmente cuesta. Y que te lo discutan y pretendan hacerte creer que eres extraterrestre. Cuando ya nos superó la tomadura de pelo, decidimos retrasar un día más el trekking, que por otra parte nos iba bien dejar que el monzón se calmara, y adentrarnos al día siguiente en el mundo de la burocracia nepalí. Era un reto, estábamos muy motivados. ¿Lo conseguiremos?<br /><br />Teníamos 3 gestiones que hacer: tarjeta TIMS, permiso de entrada en el Parque Nacional del Langtang, y billete de bus a Dunche.<br /><br />Llegamos a las oficinas del Departamento de Parques Nacionales antes de que abrieran: la primera en la frente. Nos dicen que la oficina del parque del Langtang no abría ese día porque era festivo (sin embargo, otras oficinas de otros parques sí estaban abiertas ¿?). No problem, Nepal no problem. El permiso se puede sacar allí mismo en una garita, no hay que llevarlo desde Kathmandú. Bueno, lo siguiente era la tarjeta TIMS. Esta tarjeta es como un registro que lleva el Gobierno de Nepal de la gente que está haciendo trekking por allí. Hay dos tipos de tarjeta: la azul, que indica que la has sacado a través de agencia, y la verde que es la que te sacas por tu cuenta. Esta última era gratuita, hasta 2010. Por lo visto en 2010 han hecho muchos cambios con respecto a revisión de precios, y otros asuntos relacionados con el turismo trekkero. Actualmente, esta cartilla cuesta 20 dólares si la haces por tu cuenta, y creo que 30 por agencia. Rellenamos nuestro formulario, con las fotos de carnet que llevábamos y la fotocopia del pasaporte necesaria (estábamos orgullosos de nuestra previsión) y cuando se hacen las 10:00 a.m., nos acercamos al mostrador a hacer la gestión, pero allí no hay nadie, y las luces siguen apagadas. Nos dicen (tras llevar una hora allí) que esa oficina tampoco la abren hoy, pero que hay otra oficina, la oficina del TAAN que sí está abierta hoy, aunque el horario es un poco peculiar: sólo abre de 10 a 12!!! Pero qué horario de la muerte! Es como una broma. Formamos equipo para la gincana burocrática con una pareja anglo-hispana, y nos metemos en un taxi camino de la oficina, con muchas reservas en la cabeza. Descubrimos que el taxista no tiene ni idea de dónde está la oficina…y el tiempo corre. Pregunta a un policía por el TAAN, y el policía parece aún más perdido que el taxista. Les enseñamos el plano, pero nada. Seguimos circulando, cuando de repente señalo exaltada: “allí: TAAN” Bien, la oficina, por lo menos existe, pero…¿estará abierta?<br /><br />Entramos en la oficina ABIERTA, y la pareja que venía con nosotros iba un paso por delante (que se giró en su contra). Ellos habían hecho (y pagado) la cartilla el día anterior en la otra oficina, pero les faltaba la fotocopia del pasaporte, y les tenían que poner el sello, sólo. Pues que no hubo forma. Que si la habían expedido en el otro sitio, el sello lo tenían que poner allí. El pobre chico daba explicaciones de lo ocurrido, indignado “OK, one more time” y volvía a repetir toda la historia. No hubo forma. Se supone que es un mismo organismo…<br /><br />Nosotros, que no teníamos nada hecho, lo tuvimos más fácil. Entregamos los papeles, repetimos el formulario (el formulario de la otra oficina – exactamente idéntico – no valía.) Y por fin, la anhelada cartillita verde en nuestras manos…mi tesoro…<br /><br />Y ahora, el billete de autobús. Llegamos a una estación y fuimos preguntando, pero nuestra taquilla estaba fuera de la estación, en un cruce de calles. ¿Habría plazas libres? Las había! No pudimos coger el autobús de las 7, así que nos dieron dos asientos para el de las 8:30. Nos quedamos mirando nuestro papelito rosa (que en realidad costaba una cuarta parte de lo que nos pretendían hacer creer) sorprendidos y satisfechos. Prueba superada. La siguiente aventura fue el mundo del autobús, y el viaje Dunche, en la siguiente entrada… </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-23639268902347368152011-09-13T12:27:00.001+02:002011-09-13T13:55:25.843+02:00COMO DECÍAMOS AYER....<div align="justify"><span style="font-family:verdana;color:#009900;">Este verano no hemos escalado nada. Nada de nada. Pero hemos recorrido tantos lugares que no ha hecho falta gatear en vertical.<br /><br />Perdí las montañas por un tiempo, y las ganas de escribir. La lejanía las hacía cada vez más altas, cada vez más difusas, desenfocadas alrededor de una vida de estudio y trabajo. Y nada más. Hasta que los ojos escuecen, hasta que la cabeza no puede retener más. Pero es que la vida sigue, más allá del trabajo y de las oposiciones. La sonrisa no se encuentra en medio del Código Penal.<br /><br />Todavía están las zapatillas llenas de polvo, desde el domingo me esperan para que las cuide…pero las suelas comidas me dicen que cuidar, cuidar…no las he cuidado mucho. Saben todos mis secretos, mis errores, mis resbalones, mis dudas. Son las que más cerca del suelo están, sólo ellas saben de mi mugre. Este fin de semana hemos ido juntas a muchos sitios.<br /><br />El viernes, tras una parada en Huesca, nos marchamos hacia el Valle de Pineta, de nuevo, después de mucho tiempo sin transitarlo. ¿Ya no se puede acampar? Pero, pero…qué significa esto? Desde cuándo? Te pasan estas cosas y te sientes mayor, cual abuela cebolleta contando batallitas de cuando acampaba en Pineta y le venían las vacas por la mañana…aysss, qué tiempos…<br /><br />Bueno, que me desvío, decía que el sábado nos pegamos un buen madrugón y salimos con los frontales hacia el Balcón de Pineta, el día es inmejorable y los cuatro que vamos no paramos de cascar…Enrique y César nos cuentan su expedición al Lenin, retazos de ésa y otras expediciones, un hilillo de información que hay que sacarles poco a poco, porque no lanzan a los cuatro vientos sus hazañas, porque no alardean de nada. Son discretos, admirables. De mayor querría ser como ellos, lo malo es que me hago mayor y sigo siendo como soy, no me desvío hacia otras personalidades, ni me parezco a quien quisiera…<br />En el refugio de Tucarroya tiramos para abajo y ya en Espuguettes nos separamos: Enrique y César van a hacer el domingo una arista al Astazu (V) y nosotros (Jorge y yo) nos conformaremos con pasear, que tampoco está tan mal! Y así, de paseo, llegamos a Gavarnie, y en un último y rápido esfuerzo, a Serradets! Estamos muertos, algo destemplados, pero hemos hecho un buen tiempo y nos da para relajarnos observando el Circo de Gavarnie antes de cenar. Zzzzzzzz<br /><br />Noche de ronquidos y calor, lo típico de los refugios, vaya…y deseando que suene el despertador para emprender la ruta por Ordesa. Cogemos la directísima a la Brecha y en un momentín el viento nos sacude con fuerza. “Parque Nacional” y al paso de los Sarrios. Nos juntamos con los Juliens y el otro, que ya no me acuerdo como se llamaba, pobre, con los que compartiremos gran parte de la ruta. Van cantando, alegres, simpáticos y entusiastas. Recuerdo haberles visto montar la tienda en Serradets, cuando llegamos. Les animamos a subir a la Torre, y nos hacemos fotos en la cima, con un viento que vaya…hala, nos vamos rápido de aquí! Qué voy a contar de Ordesa, que no hayan contado ya, antes y mejor. Las vistas a los tres pedazo de valles hacen llorar…ah, no que es el viento…<br /><br />Buf! Vaya repecho queda, pero qué romería es ésta? La subida a Monte Perdido se me hace corta, pero me deja fría, y no sólo por la rasca que hace. Ya tuve esta sensación hace años…nos vamos pitando también, hacia la punta de las Olas. Mira! Nuestros amigos suben ahora! Bon courage, au revoir!<br />Y así vamos haciendo hasta cansarnos muuuuucho, hasta el collado de Añisclo y la dichosa bajadita hasta llegar al coche. Oh, mis rodillas siguen aquí!!! Dos días, el broche final a un verano de mucha zapatilla y poco gato.</span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-14392969182088930022011-01-04T12:52:00.005+01:002011-01-04T13:37:47.458+01:00ROSSI VS HAGAN<a href="http://4.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TSMKGsZcTUI/AAAAAAAAAkI/0yevmqq8LQc/s1600/ROSSI_VS_HAGAN.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 240px; DISPLAY: block; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558297475218689346" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TSMKGsZcTUI/AAAAAAAAAkI/0yevmqq8LQc/s320/ROSSI_VS_HAGAN.jpg" /></a> Hola!<br /><br />Como veo que se ha despertado la amiga curiosidad en alguno que otro, os presento a los Rossi, con 1,63 m de altura, y medidas 85 - 63 - 75; posando junto a los mini Hagan de 1,55m y medidas 111 - 71 - 110. Ya sé que la anorexia no es nada atractiva, y que las curvas están mucho mejor...<br />Ahora, cinco días por delante para aclararme a esquiar con estos palillitos...de todo hay que saber!<br />En unos días os cuento la vuelta los 80.<br /><br />Hasta pronto!<br /><br />Espero que los Reyes se os porten tan bien como a mi.Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-17760839587313594072011-01-03T15:59:00.004+01:002011-01-03T16:26:07.212+01:00QUERIDOS REYES MAGOS<a href="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TSHqSjLoycI/AAAAAAAAAkA/A-bT_furkJU/s1600/ARROYERAS.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 82px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5557981019554499010" border="0" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TSHqSjLoycI/AAAAAAAAAkA/A-bT_furkJU/s320/ARROYERAS.JPG" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:times new roman;"><em>Queridos Reyes Magos:</em></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:times new roman;"><em></em></span></div><div align="justify"><span style="font-family:times new roman;"><em>Este año me he portado a veces bien y otras no tan bien, pero sólo os voy a pedir una cosita, que quizás tengáis que buscar en algún contenedor...</em></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:Arial;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Llego a Skiman con cara de triunfo, y Gabi se ríe mientras me dice que ya me ha visto cruzando la calle, antes de entrar. Mañana estarán listos mis esquís nuevos!<br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Y es que me he pasado la mañana buscando un regalo de Reyes un poco “especial”, y viendo cómo me miran en las tiendas con cara de incrédulos. <em>Que sí, que los quiero rectos, como los de antes</em>. En todas partes me dicen que eso ya no lo voy a encontrar, que ni siquiera los han vendido, los han tirado! <em>Pero Blanca, que te has trastornado, que vas para atrás como los cangrejos…<br /></em></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Pero es que el fin de semana ha tenido tela. El sábado empezamos el año trasnochando lo justo, y cruzando el Monrepós hacia nuestro querido Pirineo. Nos encontramos en Formigal para ir de nuevo a un Arroyeras desconocido totalmente. Vamos de paseo, y Julio nos va enseñando montones de cositas. Consejos, ayudas, comentarios…todo se absorbe con un agradecimiento mayúsculo. Pero esta temporada andamos justicos de nieve, y algo no va bien. Soy la primera en poner cuchillas, la que tiene mayores dificultades en la incómodas palas heladas. Vemos que el radio de giro de mis esquís es bastante exagerado, de trece metros, y eso no ayuda nada. Ayuda mucho en otro tipo de condiciones, y sobre todo en las bajadas. Pero dado que mi estilo, por llamarlo de alguna forma, ya es bastante pintoresco, no creo que importe mucho esquiar peor.<br />Estamos de nuevo en la cima del Arroyeras, subiendo por un sitio distinto al habirual, que parece otro pico! Pero cómo puede ser esto, si no se parece en nada desde aquí…cuántas cosas por conocer! Y así de entretenidos redescubriendo zonas transitadas, se nos va pasando el día, entre quitar y poner focas, entre escuchar y retener conceptos, y también entre risas y algún bocado. Y volvemos al coche con esa luz que nos gusta, la que va desapareciendo, signo inequívoco del día bien aprovechado.<br />Los amigos nos acogen –otra vez- en su casa, con los bazos abiertos del amigo desinteresado, con la calidez de la confianza, con las conversaciones de dentro hacia dentro. Sobre todo hablamos del día que nos espera, el segundo del año, con más afluencia y un estado de la nieve bastante peligroso. Tenemos mucha curiosidad por ver cómo transcurre todo…<br />Y llega la fría mañana de domingo, patio de hielo frente a la Casa de Piedra, y la gente va llegando (o vamos llegando, porque alguno ha hecho noche “a pie de vía”. Por primera vez dejo en el coche al ARVA, la pala y la sonda, pero tal y como están las cosas no tiene ningún sentido llevarlos. Y empezamos, los diecinueve que vamos, a tirar para arriba. En la primera pala helada me doy cuenta de mi inseguridad. Se me apodera, me hace pequeñita, lenta, frágil. Las cuchillas muerden la nieve, pero las espátulas van por donde quieren. Algo que debía ser una subida “técnica” se convierte, para mí, en un suplicio, y por primera vez, desde que probé este deporte, deseo volverme. Pareciera que oigo a Champi en mi nuca: <em><strong>Endurance</strong></em>. Mi estado de ánimo decaído, no resbala por el hielo gracias a la paciencia de Jorge, y termina del todo en cuanto calzo crampones. Hala, se acabó el calvario. Los crampones y el piolet me reconcilian con esta montaña exigente, y sin conseguir llegar al collado siquiera, nos volvemos tan contentos por una nieve que se deja esquiar más de lo que parecía. La buena compañía nos hizo disfrutar de las malas condiciones<br />Y llegamos, con sol, por fin al Balneario, demasiado pronto, con demasiada luz por delante, y con pocas opciones arriba. Llegamos contentos, que no eufóricos. </span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:Arial;">Volveremos a lo clásico y dejaremos el carving para tiempos mejores...</span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-71708977705306632982010-12-19T19:50:00.002+01:002010-12-19T19:56:18.133+01:00LOS DOS MONTES<a href="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TQ5UuMFd59I/AAAAAAAAAjg/xtri_okgNxU/s1600/PINAR.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 148px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5552468543089272786" border="0" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TQ5UuMFd59I/AAAAAAAAAjg/xtri_okgNxU/s320/PINAR.jpg" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Espero a Jesús y Santiago en el bar del pueblo. Cortado y periódico. Afuera todos los charcos están helados, y la gente pasa encogida al cruzar el Manubles.<br />Una tele enorme parlotea sobre asesinatos en Olot, pero la gente está a lo suyo, en la partida de guiñote, en el carajillo y el cigarro.<br />Llegan los guardas algo apurados por el retraso, pero les recibo sonriente porque la espera ha sido, como poco, agradable. Son extraños estos vínculos laborales que se establecen de vez en cuando. Me ilusiona compartir la jornada con estas dos personas entrañables, me siento una privilegiada. Me llevan, me enseñan sus montes y responden pacientes mis montones de dudas. Me preguntan tímidos por mi presente laboral, pues ya saben que futuro no tengo. “De momento, si estás aquí es buena señal” me dicen. Empiezan a aparecer las encinas, alguna sabina tímida, y comentamos lo bonito que es este valle perdido y desconocido. Me evado un rato pensando en el fin de semana pasado, en el otro monte, el del ocio, tan distinto del laboral. Pienso en esas rutas de ensueño que hemos hecho por el Pirineo, dejo a un lado los rendimientos, las hectáreas, los estéreos de madera, la maquinaria…Me siento cómoda en ambos planos, aunque no es el mismo monte.<br />Me acuerdo del agotamiento del sábado, recorriendo el circo de Aneou, cuando todavía nos esperaba el Peyreget, cuando creíamos que ya habíamos tenido suficiente, que yo hasta le dije a Jorge, sentenciando: “A mi, esta última subida me sobra…” Pero cómo que me sobra, no me sobra nada! En el último repecho nos vino a todos una euforia repentina, se fue el cansancio, la sed, se fue todo…estaba ya tan cerca la miel. La cima fue un momento glorioso, mirábamos a nuestro alrededor: “Toooooodo eso hemos recorrido hoy” Estamos satisfechos, sonreímos todos, desde el “pico lanzadera” con una bajada perfecta como broche de la jornada. Yo solo tuerzo el morro, simbólicamente, pensando en lo que nos espera el domingo, que no será moco de pavo…podré? Bonita sensación la de llegar al coche a la hora en que cierran las pistas, es como si hubiéramos amortizado a tope el forfait (qué forfait?).<br />Salgo de mis pensamientos y vuelvo a mis montes de diario, veo los restos de las podas bien amontonados, se nota que los guardas han estado encima. Me imagino a los trabajadores a 40 grados con los pesados pantalones de motoserrista, el casco, los guantes, la bototas…cómo tengo la cara de decir que mi trabajo es duro?<br />Me encanta ver montes verdes, que con tanto incendio en 2009 no hago más que ver quemados…Hace un frío que pela, Jesús no se atreve ni a fumar, por no sacar las manos de los bolsillos. La gente empieza a aparecer por el monte en cuanto hace fresco, para llevarse la leña a casa. “Teniendo carrasca, aquí el pino no se lo lleva nadie” Me cuentan chascarrillos de la gente del pueblo, que me encantan, me gusta la vidilla de los pueblos, los saludos cotidianos.<br />Observo desde el coche y vuelvo al domingo pasado, voy siguiendo mentalmente la ruta que hicimos, desde que saliéramos de Astún, hasta un collado, otro, otro…qué maravilla recorrer, qué gozada vernos tan solos, tan contentos. Todos emocionados por unos paisajes que parecen de mayo, de primavera más que de invierno; ah, pero es que no es invierno, es otoño todavía! Que impacientes!<br />Un ruido fuerte al romper el hielo de un charco, me saca de mis pensamientos, y decido estar a lo que estoy. “Entonces, entre unas cosas y otras tenemos diecisiete hectáreas, porque si dices que en el rodalico ese de ahí no va a entrar la retro…”<br />Anochece y vuelvo hacia casa, ahora sí me meto definitivamente en nuestro Pirineo, saboreando aún la nieve del fin de semana, y sabiendo que, como no nieve…mal lo vamos a tener. Menos mal que hay dos montes! </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-71688795927031463372010-12-06T23:15:00.000+01:002010-12-06T23:18:49.084+01:00SALIMOS AL PATIO?<div align="justify">Las recientes nevadas de estos días nos dejan poca opción. Un puente por delante manchado por un borrasca de sur encima, llevándose, o por lo menos humedeciendo, toda la nieve acumulada hasta ahora. Nos esperan unos días en dique seco, en casita, pero el sábado aún hay sol, tenemos que aprovecharlo!!!<br /><br />Muy complicado llegar a Linza, incluso a Lizara, a pesar de los neumáticos de invierno…qué hacemos? Jorge propone la preciosa circular al Acué, saliendo de Forges de Abel. La pista está llena de nieve, pero nos permite circular durante unos cientos de metros. Salimos foqueando pista arriba, todo nieve polvo, todo blanco…qué gozada, y más sabiendo que los próximos días van a ser tan malos. Vamos un grupo de 9, y los que pueden se van turnando para abrir huella entre el paquetón de nieve que ha caído. Deberíamos agradecer más a menudo la apertura de huella, la buena traza. En cuanto te sales de la trinchera, te das cuenta de la diferencia enorme entre foquear tranquilamente por el surco, o ir avanzando entre la nieve polvo, sin guía, sin marcas que seguir…se agradece el esfuerzo de los primeros, y mucho.<br /><br />En el primer collado nos juntamos con otro grupo que ha tomado la misma decisión que nosotros, y ya nos pisan los talones. El frío se nos cuela por todas partes a pesar del té caliente, apenas comemos nada y salimos hacia el siguiente collado. Elegimos ladera sur, que nos da más confianza que la norte. La huella es cómoda, se van turnando para dibujarla. Y en un momento estamos en el collado, con el Acué delante de nosotros. Aquí las vistas ya son un lujo, y pensar en que el resto del puente no podremos disfrutar de todo esto…snif, snif!<br /><br />Un paseo, bastante llano, nos deja en las faldas de la pala final: aquí hay dos opciones, dos huellas: una de ellas, la lógica, va por pendiente suave hasta el lomo, y de allí se coge la divisoria cómodamente hasta la cima. La otra, todo tieso para arriba zeta-zeta-zeta…Dudo, veo que los maestros van por la izquierda (zeta-zeta…) y les sigo. Jorge me pregunta, sabe que es la opción incorrecta, pero me deja hacer. Él va por donde toca. Las últimas zetas son bastante técnicas y requieren decisión y equilibrio, pero no se pasan mal.<br /><br />En la antecima somos ciento y la madre, y llegar a la cima es fácil, pero toda esta nieve reciente da algún susto. No comemos nada porque hace un frío que pela: qué buena idea coger el plumas! Todos los picos de nuestro alrededor tienen un halo de nieve alrededor, el viento está soplando bien. Yo me imagino las isobaras pegaditas unas a otras. Para abajo, que nos pelamos de frío! La bajada, por la otra vertiente, para hacer la vuelta circular, es una gozada, pero cuidadín, que tiene unos pasos algo técnicos. Las palas iniciales son grandiosas, pero mi poca destreza bajando por esta nieve poco transformada me hacen sentir como si intentara coser con manoplas…hay que aprender a esquiar! Aun así se disfruta, y adivinando los escapes entre cortados, conseguimos salir al paso clave de la bajada, junto al barranco. No se puede fallar, pero hay que lanzarse con decisión, y el primero, Jorge, ya nos deja el camino trazado. El bosque sigue siendo, como otras veces, el patio del colegio. Se oyen carcajadas, todos bajamos con cara de niños traviesos, cogiendo unas velocidades poco controladas…pero cómo corre esto! Y al salir a la pista improvisamos un competición, cada uno con sus armas, unos con técnica de fondo, otros utilizando la aerodinámica del chus, y otros recortando curvas…JUGAMOS...</div><div align="justify"><br />BORRASCA, VETE YA Y DÉJANOS SALIR OTRA VEZ AL PATIO, QUE QUEREMOS JUGAR. </div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-32246654194383356042010-11-28T18:51:00.001+01:002010-11-28T22:57:49.737+01:00CON TODOS USTEDES<div align="justify"><span style="font-family:arial;color:#006600;">Plan de última hora. El tiempo anda un poco revuelto y no sabemos qué día salir y dónde ir. Andamos todos aún desperdigados, aunque muchos ya han estrenado la temporada. Al final nos juntamos el sábado por la mañana en Escarrilla, escaqueándome yo de una comida de empresa…<br /><br />Allí empieza a aparecer todo el mundo, y el desayuno se convierte en el festival del reencuentro. Veo claro que es el momento de sacar el bizcocho-invento (gofio y almendra, manzana y canela) y allí que lo compartimos entre historietas, preguntas…algunos no nos hemos juntado desde hace meses, y es que el verano diluye un poco el grupo: unos con la bici, otros barrancos, otros escalada…pero con la nieve hay una única respuesta: A ESQUIAR! Se nos ve a todos llenos de ilusión infantil, da igual la edad de cada uno, el espíritu es joven, y eso es lo que cuenta. Esta gente, sin duda, le pone vida a los años.<br /><br />Optamos por unos conocidos: Espelunciecha y Arroyeras. Donato recuerda la primera vez que subimos juntos, Sara, Jorge, él y yo. Y me pregunta si hace dos ó tres años de aquello. “Pero Donato, si yo hace dos años aún no os conocía!” Se queda extrañado, pero echamos cálculos y, efectivamente, hace dos años yo apenas había hecho esquí de travesía…Miro a mis amigos y me parece imposible que nos conozcamos tanto de tan poco tiempo…Hace dos años había hecho yo cuatro salidas de esquí, contando las del cursillo, claro! Cuantísimo por aprender. Ya nos dice Miguel Ángel que nos va a dar caña, a ver si aprendemos. Todos estamos impacientes por mejorar.<br /><br />Teníamos tantas cosas que contarnos que hacemos una doble huella, más social que la única, para ir charlando. Y hay sitio para todo: los vinos, las verduras ecológicas, el presente laboral, los proyectos futuros, los viajes, los recuerdos de otras salidas…todo, todo lo podemos hablar porque vamos como de paseo. Me acuerdo de la primera vez que subí al Posets con dos amigos, y ya casi arriba, a diez ó doce metros, se me ocurrió decir “Pues un poco cansadeta estoy, eh?” Y uno de mis amigos me dijo que ya podía, porque había estado cascando toda la subida…Ni te das cuenta de que avanzas, pero al final “pole, pole” vas haciendo.<br />En este caso había una gran desproporción entre el esfuerzo del que abría huella, que iba solo abriéndonos camino entre el paquetón de nieve, y el resto, que seguíamos la autopista sin despeinarnos.<br /><br />Arriba hace fresco, no hay viento, y eso nos salva, porque es quitar guantes y quedarse las manos heladas. El té caliente nos sienta bien; en días como hoy, es clave. Subir muy bien, pero bajar…tenía sensación de haberme olvidado en unos meses. Si han pasado sólo cinco meses, cómo no me voy a acordar! Sin embargo, voy agarrotada, muy poco suelta, torpe…habrá que practicar más, que esto no puede ser!<br />Transición y arriba de nuevo. Se va mejor subiendo, en caliente. El frío limpio se cuela por dentro y nos llena de invierno, de los paisajes innivados, tan deseados.<br /><br />A pesar del frío y del día gris a ratos, agradecemos el esquí y el reencuentro y los planes salen como setas: para dentro de una semana, para dentro de dos, para dentro de un mes, para primavera…<br /><br />Señoras y señores, con todos ustedes…ya está aquí, la temporada de esquí!!!!! </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-74006313454995583692010-11-07T09:26:00.003+01:002010-11-07T10:33:09.487+01:00CUCHI...QUÉ? CUCHIBLANGA!<div align="justify"><span style="font-family:arial;">En teoría hoy debía estar lamentándome de nuestra insensatez frente a mis esquís destrozados. Pero con la fría aco<strong><span style="font-size:130%;">g</span></strong>ida que tuvo el plan de est<strong><span style="font-size:130%;">r</span></strong>enar la tempor<strong><span style="font-size:130%;">a</span></strong>da de esquí, hi<strong><span style="font-size:130%;">c</span></strong>imos un ejerc<strong><span style="font-size:130%;">i</span></strong>cio de reflexión, y decidimos <strong><span style="font-size:130%;">a</span></strong>compañar al mae<strong><span style="font-size:130%;">s</span></strong>tro en su labor de exploración del Pirineo más insólito.<br /><strong><span style="font-size:130%;">D</span></strong>onato, em<strong><span style="font-size:130%;">o</span></strong>cionado, te<strong><span style="font-size:130%;">n</span></strong>ía todo en el GPS, se h<strong><span style="font-size:130%;">a</span></strong>bía estudiado a conciencia los mapas, las posibles ru<strong><span style="font-size:130%;">t</span></strong>as, la salida…t<span style="font-size:130%;"><strong>o</strong></span>do, para subir al Cuchi…qué?<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Cogemos un sendero precioso, con una alfombra otoñal bajo nuestros pies. Mucho boj, abedules, algún avellano, pequeños robles que aparecen tímidos, bajo la protección sombría de este bosque. Ver las hojas caducadas en el suelo y buscar el árbol del que proceden por encima de los hombros. Colores muy intensos, rojos fogosos frente al siempre verde pino, que se retuerce entre las rocas. El otoño en todo su esplendor. Enfrente, la blancura del Verde, el verdor de los campos.<br />Vemos continuamente la arista sur, que tiene una pinta impresionante, y vamos comentando las posibilidades, el material que deberíamos llevar, el tiempo que debe requerir, la dificultad: estamos fabricando un nuevo sueño que, hasta el verano que viene irá cobrando peso y forma, hasta que le llegue el momento, que le llegará.<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Una vez dejamos el sendero, esto ya es el sálvese quien pueda. Dudamos unos instantes, pero en grupo seguimos por la otra margen. Ahora los cuatro vamos algo dispersos, pero yo busco a Donato y Jorge se reúne con nosotros. Constantemente vemos huellas de sarrio, y pequeños senderos trazados por estos escaladores recios.<br />Al salir al collado, nos encontramos a uno de ellos subido en una roca, en medio de un paredón. Tan cómodo, tan relajado…nos ha visto y ni se mueve, conoce perfectamente la brecha entre nuestra torpeza y su agilidad.<br /></div></span><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Comemos al sol, en un día más propio de septiembre que de noviembre; sólo de pensar que pretendíamos esquiar, me viene la sonrisa incrédula.<br />Hora de atacar esta cima tan poco visitada, a ver por dónde se deja…Enseguida encontramos por dónde subir, y nos equipamos con arnés, casco, etc. Donato llega a un paso en el que hay que asegurar, y allí sacamos cuerdas y cacharros. Nos encontramos hasta un cordino viejo, viejo! Este cordino es por lo menos de Rabadá y Navarro (de broma, claro)! En tres largos llegamos a esta cima desconocida, el Cuchiblanga, vaya nombrecito le arrearon. Me encanta esta forma tan llena de descubrimiento, de aventura, de trabajo en grupo (que te caiga un pedrusco del compañero también forma parte del trabajo en grupo, desgraciadamente), esta forma tan rústica de pirinear.<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Nos damos cuenta de que el tiempo pasa volando cuando te entretienes con las cuerdas, y que nuestras posibilidades de hacer otro pico se reducen al mínimo. Decidimos bajar al coche sin más, que esto del cambio de hora es un rollo, se te va el día sin darte cuenta.<br />La bajada es algo penosa, hay que ir con mucho cuidado, aunque vamos tranquilos y tenemos confianza en cada paso que damos. Hasta el barranco, de nuevo, donde cogemos el sendero y ya nos relajamos del todo. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">El bosque se convierte en pista de atletismo, en patio de colegio: a correr! Me encanta reducir velocidad en las revueltas del sendero, para salir ya más rápido de la curva. Saltar piedras, trocos, esquivar ramas…es todo un ejercicio de reflejos, que disfrutamos hasta la carretera. La luz se va, y nuestra excursión nos deja tan ilusionados con la aventura vivida, que ya queremos más.<br /><br />A pesar de todo, sabemos ya que viene la nieve, que ahora sí, hay que despedirse de las zapatillas y encerar los esquís. </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-75810623714982806082010-11-03T21:13:00.004+01:002010-11-03T23:17:18.298+01:00TXAPELA BURUAN, IBILI TXINDOKIN<a href="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TNHEVir85AI/AAAAAAAAAX4/R_lK0oEjLtE/s1600/TXINDOKI_BLOG.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 93px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5535421291382498306" border="0" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TNHEVir85AI/AAAAAAAAAX4/R_lK0oEjLtE/s320/TXINDOKI_BLOG.jpg" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Todos tenemos sueños de montones de tamaños. Algo que podría parecer un sueño discreto y muy accesible, se convierte año tras año, en algo gigante, uno de los Annapurnas de los que nos hablaba Iñaki Ochoa.<br />Por allá por el no tan cercano año 2003, me decía Asier Izaguirre que habíamos estado cogiendo setas por las faldas del Txindoki (y yo sin saberlo)!, que a él le encantaba ir a la cresta en un “titá” y bajar medio corriendo, así como quien va a por el pan y vuelve. Yo había empezado a escalar entonces, y lo de hacer vías de aventura me sonaba a extraterrestre casi. Ahora escalo peor que entonces, pero he pisado más monte, y tengo a mi alrededor un elenco de excelentes montañeros, que me dejan soñar en voz alta, y me acompañan.<br />Así nació el Txindoki como un sueño guardadito en un cajón. Luego pasaron muchas cosas, y algunos años, y me vine a Zaragoza. Caí en el club de montaña, allí en la sección de escalada, y bajo los Mallos de Riglos volvió el Txindoki a escena...”Hay una salida del club a la arista del Txindoki, te suena?” Queeeeeeeé?!!! Yo quiero ir! Pero en aquella ocasión tampoco pude. Ese año no se dejó el Txindoki, hizo un tiempo malísimo...<br />Al año siguiente volvía aparecer como salida del club, pero las previsiones meteorológicas fueron tan malas que se canceló. Yo insistí hace ya muchos meses, pero mi propuesta no tuvo éxito. Ahí quedó la cosa, otra vez el sueño a su cajón.<br />Este año ya lo veía como algo cercano, tangible, y mandé el correo a todos: “TXAPELA BURUAN TA IBILI TXINDOKIN” Por fin la gente se iba apuntando, por fin intentábamos la crestecita. Pero las previsiones no eran del todo buenas...otra vez.<br />El sábado, tras desayunar en Tolosa (cuantísimos recuerdos...) pasamos Amezketa y aparcamos. El paseo hasta la base se hace agradable aunque cuesta avanzar por la hierba alta, pero a medida que nos aproximamos a la cresta nos damos cuenta de que ese viento nos va cortar las alas (aunque pudiéramos salir volando sin ellas...) Resignados, nos volvemos al coche. Nos despedimos sabiendo que íbamos a volver, sólo que no imaginábamos que sería en 24 horas.<br />El domingo, desde el camping Igeldo, el día es más que aceptable, y nosotros, que tenemos más moral que el alcoyano, volvemos a intentar el Txindoki. En el inicio del tercer largo nos pilla una tromba de agua que vamos, dejará tan frescos a los de Bilbao, pero nosotros nos quedamos pajaritos. Aún así, en cuanto para, Miguel Ángel sale ligero a por el tercer largo, pero ante la amenaza de un nuevo chaparrón, le hacemos volver sobre la roca mojada. Retirada y despedida, ahora sí, hasta el año que viene. Laister arte Txindoki!<br />El lunes, un Riglos soleado y templado tenía acento vasco, y todos entendíamos por qué...<br />Esta es la historieta del Txindoki, la de nuestro puente es otra, repleta de risas, infusiones y cariño. Txindoki lagunekin (Txindoki con amigos). </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-59334463192117824772010-09-14T11:25:00.003+02:002010-09-14T11:32:41.948+02:00ALPES: LA MIRADA INFINITA<a href="http://1.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TI9AqpUhlqI/AAAAAAAAAWc/sSggCTWAJ2c/s1600/FOTO+CRONICA+II.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 122px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5516699169942771362" border="0" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TI9AqpUhlqI/AAAAAAAAAWc/sSggCTWAJ2c/s320/FOTO+CRONICA+II.jpg" /></a><br /><div><a href="http://2.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TI8_19rpWdI/AAAAAAAAAWI/lDaKu-vPO2I/s1600/FOTO+CRONICA+II.jpg"></a><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;">En la escalada, la cuerda y la mirada lo dicen todo.<br /><br />La cuerda te tira cuando quieres avanzar rápido, y cuelga cuando quieres sentir su presencia tensa protegiéndote, se pone entre tus piernas cuando no la necesitas, bajo tus crampones cuando el paisaje te absorbe, y la sientes minúscula cuando cuelgas de ella. La cuerda te une al compañero, con suerte al amigo, a veces a un desconocido. La cuerda es tu línea de vida, y la de tu compañero, sois uno, sois uno para uno, uno por uno.<br /><br />La mirada define al escalador, eso comentaba con mis compañeros, y siento esta forma vehemente de expresarlo, no es más que hablar por hablar, una humilde opinión, que no pretende ni de lejos ofender, señalar, o afirmar nada. Me pasa a veces que cuando conozco a alguien en la montaña, me sorprendo a mi misma hurgando en sus ojos, viendo una mirada limpia, unos ojos sin perturbación, sin barreras, con una transparencia que conmueve. Luego les observo escalando y veo la mirada moviéndose con la roca y la nieve, trasladándose a la boca en forma de sonrisa, de comentario gracioso en pleno momento delicado, de paso de baile en la pared, o de canturreo en una reunión incómoda. Esos ojos se distinguen rápidamente de la mirada de cerca, que no tiene nada de malo ni de bueno, simplemente es otra, es la del techo impuesto, la de la puerta cerrada. Se tiene o no se tiene. Puedes estirarla, puedes camuflarla, puedes ponerte lentes para ver de lejos; pero la mirada infinita sale de dentro. La mirada infinita se ríe cuando sale otro día horrible después de varios metidos en una tienda de campaña, y es capaz de soltar “Bienvenidos al día de la marmota” alegremente, sin pesar. La mirada infinita te sonríe desde la tienda de campaña de enfrente mientras cae una tormenta. La mirada infinita coge las gafas de sol confiando en el buen tiempo mientras todavía nieva. La mirada infinita te susurra “tranquila” cuando se te seca la boca y te tiemblan las piernas.<br /><br />En los refugios de montaña ves todo tipo de miradas; en los Alpes hay muchas lejanas, algunas infinitas. Yo me he encontrado varios conflictos de miradas estos días. Cuatro personas, dos cordadas de 2. Arista Rochefort. Uno de nosotros no quiere seguir por aquel terreno estrecho, con patio a ambos lados. Cuerda y mirada se observan de frente. Quedamos 3. Yo miro a lo lejos y observo mi barrera, sé que de ese paso no voy a seguir, y si sigo, ¿en qué condiciones puedo hacerlo? ¿vale la pena? Si decido llegar hasta allí para luego volver, obligaré a mis dos compañeros (de mirada infinita) a acompañarme de vuelta, pues sin la cuerda no se debe transitar por esas aristas. Entonces, ¿con qué cara busco la obtusidad de mi mirada y obligo a mis compañeros a volverse sin haber visto ni de lejos su raya? Decido. Me quedo, sintiéndome de nuevo miope sin gafas, pero sabiendo que la cuerda que va hacia la arista no es la mía.<br />A su vuelta, junto al Diente del Gigante, las combinaciones posibles se reducen a una. Es un rompecabezas con una única solución. Dos cuerdas. Cuatro personas. Dos escaladores con recursos y dos “paquetes”. Pocas horas de margen. Si queremos ir los cuatro, no vamos nadie porque sólo hay dos cuerdas, y dan para una cordada. Si suben 3, irán demasiado lentos, y las posibilidades de éxito se reducen drásticamente. De subir, sólo dos pueden hacerlo, y deben ser ella y él. Ánimo chicos! Jorge y yo volvemos al refugio animados, por terreno mixto ya conocido, desde la Salle à manger al glaciar. Los compañeros tardarán muchas horas en llegar. Las aglomeraciones pudieron con la mirada, y el tiempo les ha quitado la cima cuando casi la rozaban con las manos.<br /><br />Al final las decisiones no dependen ni de la mirada, ni de la cuerda.</div></span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-92167853410805342612010-09-01T07:16:00.002+02:002010-09-01T12:29:58.732+02:00da de di DO du<div align="justify"><span style="font-family:lucida grande;"><span style="font-family:trebuchet ms;">Tenemos muchas horas de luz ahora en verano, y hay que aprovecharlas.<br />Aún comentando la escalada triunfal de la semana pasada a Pene Sarrière, con la relajación de la cuerda por encima de nosotros y por debajo de un Miguel Ángel circense, nos volvemos al Pirineo, con el depósito de gasoil bien lleno (quedarse en reserva en Gourette a las nueve y media de la noche proporciona emociones más intensas que la afilada arista que habíamos transitado...), con un montón de amigos u dos días de “paliza” por delante.<br /><strong>SÁBADO:</strong> Salimos de Zaragoza rumbo a Panticosa, yo casi no sabía ni dónde íbamos, pero, qué más da. Donato nos lleva, no hay de qué preocuparse, sólo hay que disfrutar, y eso sale solo. Llevamos arnés y casco, algunos cacharros: la cosa promete. Me planteo si será la salida adecuada para mis amigos Sandra y Dani, que venían a hacer una salidita por el Pirineo, y les cascamos doce horas de pateo, 25 kilómetros y más de 1600m de desnivel. Éste iba a ser en teoría el día suave, ya que la salida del domingo sabíamos seguro que era un palizón.<br />Subir la pedrera era un poco tostón, echamos de menos la dulce nieve en silencio, resignados, pero Donato nos alegra un poco el pedregal: “El día que me quieras...” Se le ve pletórico, eufórico, y unos cuantos “óricos” más. Hoy está mayúsculo. La trepada a la cima y ese largo en que Donato nos pone los seguros con cariño, hacen del día un cinco estrellas, qué bien la roca en la sombra. Con este ambientillo, ya en la cima, observamos el paisaje, pero no nos encantamos mucho porque hay que bajar, y queda mucha tela por delante.<br />Al bajar del collado, el terreno no es nada fácil, y Donato vuelve a crear el sentimiento “placenta” pegado a Sandra, indicándole paso a paso por dónde bajar, dónde colocar el pie, investigando por dónde le va a resultar más cómodo pasar. Ahí es nada...<br />Me tranquiliza ver que mis amigos bajan bien, que están cansados pero se les ve contentos, eso me complace...Y en cuanto llegamos al coche y nos tomamos la cervecita de rigor, ya se nos pasan todos los males (males? Qué males?) Noche de gran luna sin más techo que la tienda, medio abierta...<br /><strong>DOMINGO:</strong> Edesio, Enrique y yo nos quedamos en Panticosa, dispuestos a unirnos a Marie Claude el domingo para acometer, hasta donde podamos, la cresta que va de Los Infiernos al Argualas. Los infiernos tienen poco de infernales, y me traen buenos recuerdos, avanzamos luego un poco embarcados hacia los Arnales. Trepando y charlando. La de cosas que se hablan en la montaña, la de intimidad que proporciona el espacio abierto, paradójicamente. Me fijo mucho en mis compañeros. En la soltura de Enrique, la cercanía protectora de Edesio, y la gracilidad de Marie Claude, sus piernas infinitas que se mueven por la roca como las de una bailarina en una tarima. Pasa el día y los pies arden. Pensaba que se me cansarían las piernas, pero son los pies los que se quejan: ampollas en los dedos y las plantas “socarradas” Mucha tela para dos días. La aguja de Pondiellos resulta agradable, y pasar al Garmo Negro es como mágico: si por ahí es imposible que subamos! Ah, pues...sí se puede...<br />Yo llego al Garmo ya cansada, y veo Algas y Argualas tan cerca pero tan lejos...nada, aquí yo ya voy para abajo, que para dos días ya está bien…Edesio y Marie Claude me siguen. Enrique decide continuar y completar: ánimo! Le sobraban fuerzas para ir, y bajar al coche poco después de nosotros. Qué maravilla, qué fuerza de voluntad y qué resistencia!<br />Con gente como vosotros…<br />Próxima estación: <strong>ALPES!!!!!</strong></span><strong> </strong></span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-40401263225889421712010-08-11T18:53:00.003+02:002010-08-11T19:02:13.923+02:00VIGNEMALEANDO...<a href="http://3.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TGLWiV012kI/AAAAAAAAAJE/IguBRU61PLE/s1600/cresta+vigne.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 107px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504197580062841410" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TGLWiV012kI/AAAAAAAAAJE/IguBRU61PLE/s320/cresta+vigne.JPG" /></a><br /><div align="justify"><span style="color:#663366;">Escribo, crónica tras crónica sobre la importancia de los compañeros, que lo de menos es lo que haces, y tal y cual; pero, este fin de semana, mis compañeros eran la espuma de la cerveza, porque el Pirineo, el Valle del Ara, el macizo del Vignemale, esa cresta caprichosa....me dejaron tan ebria, tan drogada, que no sabía muy bien qué pasaba, ni siquiera tenía mucha conciencia de mi misma. Nos movíamos por la roca como jugando, alguno danzando, pero todos absortos en un paisaje con el que soñamos tantas noches, yo por lo menos. Esta noche he esquiado por el Valle de Tena, sin ir más lejos...Algo, o mucho, tiene esta actividad que la hace grandiosa. Su mucho desnivel (más de 2000m), su mucho valle, mucha roca, poco glaciar, mucho recorrer. Una mezcla de todo lo bueno del Pirineo, con un día excepcional. Sin duda, la mejor actividad Pirenaica desde el Aneto de junio, por Cregüeña y Estasen.<br />Salimos de Bujaruelo con guantes y todo, por la pista que lleva a la Cabaña de Cerbillona. Luego, siguiendo el GR11, nos vamos adentrando en el valle, y nuestro objetivo se ve, allí a lo lejos. No hay prisa, tenemos todo el día, toda la luz por delante, y queremos aprovechar todas las horas. La subida es exigente, y para mi supone algo especial trepar la Moscova, tan nombrada, tan oída. Al salir, ya apenas queda nada al collado, y de repente tenemos ante nosotros la grandiosidad del glaciar del Vignemale. Buf! Como diría Donato, qué demasié. Nos quedamos un rato mirando y admirando todo lo que nos rodea. Yo estoy tan contenta que hasta se me ha hecho corta la subida (pero dónde se han quedado los 1.800m de desnivel?) y lo que nos queda es lo mejor! La cresta...a por ella! El viento nos refresca, pero no llega a hacerse desagradable. Avanzamos, y empiezan los tresmiles. Obvio, por segunda vez, el Pitón Carré, no sé por qué teniéndolo tan cerca, no lo subo. Quizás lo quiera como excusa para volver en cualquier momento...<br />Y a partir de ahí, la roca lo es todo, en las manos, en los pies, en todas direcciones, todo se llena de roca de la buena, de risas y equilibrio, de miles de fotos hechas y por hacer.<br />Pero se acaba, se acaba muy pronto...aunque en el refugio, ya con los amigos de protagonistas, seguimos disfrutando, y el domingo el paseo de vuelta nos llena de verde, por fuera y por dentro.<br />Me quedo sin palabras. </span></div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-71841095089463745262010-08-02T23:56:00.004+02:002010-08-27T15:04:42.492+02:00GEORGIA III: SE PUEDE SALTAR PERO NO BRINCAR<a href="http://3.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TFc_9qAzRII/AAAAAAAAAI8/RFrKSquVTm8/s1600/GEORGIA+III.jpg"></a><br /><div align="justify"><strong>CAMPO BASE DEL TETNULDI, 24 DE JULIO DE 2010<br /></strong>Todo lo que hemos conseguido hoy, tras una noche de tormentazo, y luego viento y mucho frío, es levantarnos a las 4, destemplados todavía del día anterior, con toda la ropa mojada, y fría. El día era el mejor que hemos tenido allí arriba, desde luego. Con nubes, con niebla, amenaza de lluvia, pero no sé si es que ya nos hemos acostumbrado o que ya es sábado y quemábamos el último cartucho para la cumbre.<br />La cocina de gasolina no ha querido funcionar para preparar los desayunos energéticos y calentitos, así que hemos echado mano de los termos de té que preparamos anoche. Alguno se ha quedado sin té, pero no se ha quejado, no ha reclamado su parte. Discreto y generoso ha rellenado su taza con agua, sin un comentario, sin una mala cara. Y el muësli con agua debe estar bastante malo…Ya no tenemos existencias, último día de CI.<br />El desayuno que no nos ha permitido entrar en calor, el destemple del día anterior, la escasa aclimatación que hemos hecho (a parte de dormir varias noches a 3.500 m) y una pésima hidratación, no nos proporcionaban las mejores condiciones para atacar la cumbre. Pero las condiciones y la resignación de casi todos, han sido eclipsadas por la fuerza y el ánimo de Enrique, que ha sido capaz de tirar de seis personas para intentarlo, y de contagiarnos las ganas a todos. Me viene a la cabeza una letra de Pearl Jam “We were but stones, and your light made us stars” Yo observaba la actitud de cada uno, y me maravillaba del poder del optimismo…bien, bien!<br />Hemos empezado a subir a un ritmo bastante bueno, pasando las ya conocidas grietas, con la tranquilidad que da tener la huella del día anterior, hasta llegar a la rampa donde nos quedamos ayer. Esa rampa lleva al hombro, donde hay posibilidad de instalar un CII si se pretende hacer cumbre en dos etapas, quedando 500 m de desnivel para la cumbre. Allí dormirán esta noche nuestros compañeros de monte, los estonios. Está cubierto ahora, no deben ver nada, y allí andarán fundiendo nieve para la cena…<br />En la rampa va Enrique abriendo huella sobre una nieve profunda y húmeda, lo que la hace más pesada de lo normal. Si hubiera hecho sol algún día, y frío por la noche, ahora tendríamos nieve dura y cómoda para avanzar, y no esta nieve pastosa y poco cohesionada. César ha cogido el relevo, y Jordi al pasar, asado de calor, estaba poco motivado. Subía la otra cordada por delante, y yo me notaba lenta. Ya veríamos qué hacíamos al llegar al hombro, yo le iba dando vueltas a la cabeza mientras tanto. El cielo se oscurecía por momentos, no daba ningún ánimo. Al llegar y ver la arista, con esta nieve asquerosa, granulada, he sopesado mi situación, y por muchas razones, no debía subir. Con ese tiempo había que subir ligeros, y no quería retrasar al grupo. Con esta nieve por una arista, ya no me la juego yo, hago que se la jueguen mis compañeros de cordada, y esa idea no me gusta un pelo. Voy bien de fuerzas, pero el camino hasta abajo, la vuelta por el glaciar, desmontar el CI y bajar al CB cargados como mulas requieren unas fuerzas extra que hay que conservar, porque las necesitaré. ¿Qué consigo dejándome todas las fuerzas en subir, si luego me juego el tipo saltando una grieta o sintiendo como me tiemblan las piernas al bajar por la canal hacia el CB? De poco voy a servir al grupo si bajo sin fuerzas, poco voy a poder hacer por algún compañero si pasa algo…nada, yo no tiro. Si vais todos os espero aquí, y si alguien se baja me bajo con él. Ahí, en ese hombro, estaba mi raya. La he visto claramente. Jordi y Fran también lo han visto claro, cada uno por sus razones. Nos hemos reagrupado en dos nuevas cordadas y hemos esperado a que todos estuvieran decididos por una u otra dirección. Enrique tenía claro que subía, hoy ha sido ejemplo de voluntad y obstinación. César no parecía demasiado convencido, pero en cuanto ha visto que alguien tenía intención de subir, él lo intentaba también. Jorge también estaba por subir, y David se ha animado a última hora también.<br />Allí los hemos dejado, echando la vista atrás de vez en cuando, mientras bajábamos por el glaciar. Por fin, desmontamos el CI y cargamos todo lo que podemos en las mochilas para dejar las menos cosas posibles a los que bajen de cumbre, mucho más cansados que nosotros. Ya bajábamos cuando hemos visto aparecer a alguien del montículo: son ellos!!!! No era posible que bajaran tan pronto. Dábamos por hecho que habían hecho cumbre y habían bajado casi corriendo. Pero al ver la cara de derrota del líder, Jorge, nos hemos dado cuenta de que no era así, algo había pasado.<br />Subir el espolón que llevaba a la arista de cumbre era ya una pesada rampa de nieve húmeda, por encima de la rodilla, sin ninguna huella que seguir, pero liego venía la desconocida arista. Desde el lado del glaciar veíamos cornisas enormes, pero ¿qué habría al otro lado? Pues lo que se encontraron fue una nieve granulada sin ninguna cohesión, se hundían hasta la cintura, y dar un solo paso se hacía una tarea complicada. Se podían haber despeñado, con un patio de 1500 m debajo de ellos, y encordados como iban los cuatro. César les ha dicho: “Nos la estamos jugando” Enrique le ha mirado y ha dicho “Pues nos bajamos”. Yo les he dicho “Bueno, habéis visto la raya y os habéis dado la vuelta” Pero me ha sorprendido la respuesta “Nos la hemos pasado” Sólo he sido capaz de decir “Pues muy mal”<br />Hemos llegado a las hierbas del Campo Base, y hemos montado las tiendas, y no hemos lavado, después de tantos días. Nos hemos puesto a comentar las jugadas entre la laxitud del valle, los colores y el sonido de los arroyos. Observamos la niebla estancada, como cada día sobre nuestro Campo I. Se aleja de nosotros y la llamada a comer me saca de mis pensamientos. Mañana vienen a buscarnos los caballos, para bajar a Adishi, y de allí, en furgoneta, a Mestia. Y ya ha llegado la vida fácil, el turismo, el calor y el buen tiempo. Me ha encantado esta experiencia montañil, hostil, exigente pero muy enriquecedora. Una prueba más mental que física, de la que salgo con la sonrisa puesta. Hoy me conozco un poco más. Hoy dormiré mejor. </div><div align="justify"> </div><div align="justify"> </div><div align="justify">LAS FOTOS: <a href="http://picasaweb.google.es/blavizbr/TETNULDIGEORGIA">http://picasaweb.google.es/blavizbr/TETNULDIGEORGIA</a>#</div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-68727989000205674692010-08-02T23:49:00.002+02:002010-08-02T23:54:49.586+02:00GEORGIA II: EL DÍA DE LA MARMOTA<a href="http://4.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TFc-fsMAqwI/AAAAAAAAAI0/gdBws2Uj2jk/s1600/CI.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 137px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500934184014752514" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TFc-fsMAqwI/AAAAAAAAAI0/gdBws2Uj2jk/s320/CI.jpg" /></a><br /><div align="justify"><strong>CAMPO I DEL TETNULDI, 21 DE JULIO DE 2010</strong><br />Nos está cayendo la gran granizada. A ratos llueve, a ratos graniza. Pero nos ha dado tiempo, milagrosamente, de montar el campo de altura.<br />Hemos estado remoloneando en el CB hasta que por fin hemos decidido recoger las cosas, y tirar para arriba. Hemos subido muy cargados, como mulas, ya con tiendas y todo lo necesario para no hacer un segundo porteo. Nada más llegar hemos buscado unos huecos decentes para las 4 tiendas. Había que acondicionar los sitios porque había mucha piedra. Enrique y yo hemos montado nuestra tienda muy cerca del collado. Al lado tenemos a César y Antonio. Un poco más arriba, en lo que llamamos “Villa arriba” están, por un lado los biólogos, Fran y David, y por otro los Jorges. Está cayendo la del pulpo ahora mismo, pero aquí dentro, entre las plumas del saco se está tan bien…<br />Yo tenía tanto mono de viaje, de monte, de salir, de descansar de la vida cotidiana frenética, que todo me parece bien; y hagamos cumbre o no, conocer a estas siete personas y este país perdido, ni siquiera olvidado, sino más bien desconocido, hace que valga la pena cada momento. También me gustan estos ratos de tienda, en los que no puedes hacer más que, tumbarte, leer o escribir, según lo que tengas a mano, escuchar música, pesar…<br />Hoy ya no haremos mucho más. Mañana, si sale decente, o bien aclimataremos y bajaremos a dormir aquí, o no nos moveremos de la tienda si hace muy malo. No creo que intentemos cumbre. El viernes en teoría mejora, y ése sería el día de intento a cima.<br />21:00. otra vez en la tienda, ya para dormir, aunque la tarde ha sido entretenida. Hemos hecho un comida-merienda-cena tras la tormenta, porque al fin ha parado de llover a meda tarde. En cuanto ha prado, hemos salido todos a hacer pis, y viendo que mejoraba nos hemos quedado fuera. Hemos recogido la comida que se había quedado en un depósito más abajo, y Enrique ha ido a por agua. Se tarda un buen rato en coger agua y volver a subir. César ha tomado posición en la cocinilla de gasolina, y yo viéndome inútil allí, he yodo a Villa Arriba a recolocar el suelo de la tienda de Jordi, que como montaron tan deprisa no lo habían podido acondicionar. Se les ha roto la tienda con una piedra, una raja curiosa, encima en el sobretecho…menos mal que tenemos cinta americana cerca.<br />De momento somos optimistas, y mañana nos levantaremos temprano, con intención de calzarnos las bototas y tirar hacia el glaciar.<br /><br /><strong>CAMPO I DEL TETNULDI, 22 DE JULIO DE 2010</strong><br />Bueno, pues ha estado toda la noche lloviendo aquí, nevando arriba.<br />Ha parado un momentín esta mañana. Enrique y yo nos hemos levantado a hacer pis fundamentalmente, y ya que somos los que tenemos la cocina más cerca, nos hemos puesto a preparar el desayuno. Hemos preparado agua en termos, Meritenes y muësli, para subir a Villa Arriba. Se ha puesto a llover otra vez. Se ha ido animando, poco a poco. Para ciando hemos vuelto a la tienda estábamos empapados. Ahora llueve un montón. Lo malo es que el cielo está muy cerrado, y no hay nada de viento, quizás no deje de llover en todo el día. Aquí estaremos metiditos en la tienda, leyendo, escribiendo, escuchando música…<br />Creo que la cima se aleja de nosotros por momentos. Todo lo que aquí llueve, arriba lo nieva. Esta mañana ha caído un alud, muy lejos de nosotros. Se ven unos glaciares tremendos. Me siento insignificante entre estas montañas gigantescas. Están a otra escala. Si miro a los Pirineos con mucho cariño, y respeto, a los Alpes con mucha admiración y mucho respeto; al Cáucaso sólo se le puede mirar con respeto mayúsculo y un poco de miedo, y ni siquiera a los ojos.<br />NOCHE: Nos vamos a dormir con la idea de hacer cumbre mañana. Ya veremos. Jorge nos manda partes del tiempo con cada cambio, pero el tiempo es muy variable, y no hay forma de predecir, me parece. Aunque mejore el tiempo en el valle, el pico está todo el día cubierto. Ojalá tengamos suerte mañana, y lo consigamos. Tenemos bastantes esperanzas, pero a ver cómo le da por saludar al cielo a las 3 de la mañana. Tengo ganas ya de despertar y ver el cielo despejado, o tan malo que no nos provoque dudas…<br /><br /><strong>CAMPO I DEL TETNULDI, 23 DE JULIO DE 2010<br /></strong>Viernes, y sigue lloviendo…Han sonado los despertadores a las 3, y estaba medio nublado. Hemos decidido esperar 1 hora a ver cómo evolucionaba, pero no ha hecho falta, al momento estaba lloviendo, para variar.<br />Hemos dormido hasta las 7, a ratos, soñando muchísimas cosas. En cuanto ha dejado de llover hemos acudido todos a la cocina. En cuanto no llueve salimos de las tiendas inmediatamente, después de pasar casi todo el día en ellas. Hemos quedado en volver a salir a la hora de comer (si no llueve, claro) y hacer otra reunión familiar y parece que esta tarde, si a las 5 ó 6 no mejora, no iremos para abajo, no sé si esta misma tarde, o mañana por la mañana.<br />Oigo a los hermanos Arias (César y Antonio) en la tienda de al lado, charlar tranquilamente.<br />16:34 Vuelve a llover, pero hemos conseguido abrir un poco de huella. Hemos visto que el tiempo no era malo del todo y nos hemos empezado a poner polainas y crampones. En cuanto vemos una ventanita de buen tiempo nos animamos de una forma…Pues hemos salido 6 de los 8 en busca del glaciar, y de repente: una cordada de 4 personas!!!! Se acercan y vienen a hablar con nosotros. Están igual de sorprendidos de ver gente por allí que nosotros. Son estonios, y han montado su CI por allí cerca, a unos tres cuartos de hora del nuestro. Quieren montar al día siguiente un CII antes del hombro. Es una estrategia diferente de la nuestra, pero ellos tienen más días. Nos quedaban unos 300 m al hombro, pero volvía el mal tiempo y nos hemos bajado. Han empezado a forjarse planes para mañana, ya que la salida de hoy nos ha animado mucho. No sé qué tiempo hará mañana, porque no parece que ningún día sea mejor que el anterior, pero con el gusanillo de haber descifrado el laberinto del glaciar, que era lo que tenía pinta más dantesca.<br />NOCHE: Última noche en el CI. Todo está ya húmedo y frío. Estamos un poco al límite de fuerzas. La comida, pasta y arroces de sobre, noodles y sopas, tés…no nos dan todas las energías que necesitamos.<br />Hoy, tras bajar de la pequeña salida por el glaciar, ha empezado a llover y nos hemos metido enseguida en la tienda. Hemos llegado tan destemplados que hemos dormido con la chaqueta de plumas puesta, dentro del saco de plumas, y tengo las manos frías desde que hemos vuelto del paseo por el glaciar. Es un espectáculo dantesco ese glaciar agrietado y sucio por el que hemos danzado.<br />Y seguimos haciéndonos ilusiones sobre el día de mañana: termos preparados con té, despertador a las 4…todo listo, pero lo cierto es que nada nos hace pensar que el día de mañana será mejor que el de hoy. Todos miramos hacia abajo, pero conservamos la ilusión por una cima que llevamos días contemplando.<br />NOCHE: Última noche en el CI, noche de frío, de humedad, de incertidumbre, y también de ilusión por este monte que no se deja. Veremos mañana qué ocurre… </div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4741100509015861705.post-65670156439837724952010-08-02T23:29:00.002+02:002010-08-02T23:46:35.290+02:00GEORGIA I: MESTIA MESTIA!!!<a href="http://3.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TFc8rPCBqKI/AAAAAAAAAIs/TayNiHAzJOg/s1600/Trek.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 96px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500932183323420834" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_01zpatO4Qss/TFc8rPCBqKI/AAAAAAAAAIs/TayNiHAzJOg/s320/Trek.jpg" /></a><br /><div align="justify"><strong>MESTIA, 19 DE JULIO DE 2010.</strong><br />Ya lo tenemos todo listo para subir mañana hacia el campo base del Tetnuldi. Hoy nos hemos levantado bastante tarde, sobre las 8 y media. Hemos estado un buen rato desayunando, y planificando el día de trekking, cuando nuestro cocinero nos ha dicho que teníamos visita al museo etnográfico y a una de las torres, que tenían túneles subterráneos que comunicaban con otras torres y con fuentes para coger agua. Les servían de fortalezas para los ataques. Son preciosas, pero reflejan la severidad de las tierras. Ha hecho un buen día hasta el mediodía, y luego a llover…pero bueno, después de ver la casa tradicional de aquí, que en invierno vivían animales y personas en la misma estancia, puede uno imaginarse el frío que pasarán para tener que aprovechar el calor que desprenden los animales para poder dormir en tablas sobre ellos. La mujer que enseñaba la casa despendía energía y vitalidad en todo lo que hacía o decía. Hablaba con toda su ilusión, en ruso. Y nuestro cocinero Merhab no nos traducía ni una décima parte. Qué contraste de sensaciones, todo lo que ella transmitía, en un idioma desconocido, y lo poco que aportaba el otro, en el tan socorrido inglés. Qué pena no saber más idiomas.<br />Me llena de curiosidad esta etapa de viaje que empieza mañana: ¿Pasaré frío?¿Podré con la mochila?¿Aclimataré bien?¿Estaré a la altura? Supongo que todo irá saliendo, ya veremos…<br />No sabemos aún si habrá que montar un campamento de altura o no; creemos que no, pero todo es muy incierto. Tenemos un croquis hecho a mano, que el hombre de la casa donde nos alojamos, nos ha dibujado y explicado con todo detalle en Georgiano, pero claro, en el proceso de traducción se ha perdido el 80% de la información oral.<br />Bueno, mañana empieza la aventura…<br /><br /><strong>CAMPO BASE DEL TETNULDI, 20 DE JULIO DE 2010</strong><br />Aquí estamos Enrique y yo, calentitos en la tienda; él leyendo, yo contando batallitas. Pero el día empezó hace muchas horas….<br />Nos hemos levantado a las 5:16, desayunado y recogido las cosas. Nos esperaba ya una furgoneta en la puerta de casa, para llevarnos hasta donde empezaba el trekking hasta el CB. A partir de ahí a repartir las cosas de peso en varias mochilas que llevarían los caballos, dejando las mochilas que llevábamos nosotros, bastante ligeras.<br />Con nuestro cocinero todo son malentendidos, o bueno, que no nos quiere dejar hacer las cosas como querríamos.<br />Los caballos nos han dejado mucho más lejos del CB de lo esperado. Debíamos subir una canal con nieve y piedra, descompuesta, con todos los cacharros, a 3500 m. Hemos decidido montar el CB a 3000 en un prado con agua al lado, donde estamos acampados ahora, y mañana montar un Campo I lo más altos posible, donde aún haya algo de agua cerca, para no andar fundiendo nieve. La otra posibilidad, la de montar el CB a 3500, que es donde en teoría estaba, nos obligaba a hacer hoy varios porteos con mucho peso, y sin haber aclimatado todavía. </div>Blanca Vizcaínohttp://www.blogger.com/profile/18142918032803402195noreply@blogger.com0